Provistos con pancartas y silbatos y marchando al grito de «nos han robado la playa» y «quitad las piedras ya», cerca de 300 vecinos de Calabardina reclamaron la retirada de las enormes piedras que desde hace diez años se sitúan sobre la arena de La Cola. Convocados por la Plataforma en Defensa de la Playa de La Cola, los manifestantes se concentraron ayer por la mañana en la aguileña plaza de España, frente al Ayuntamiento, para reivindicar una situación de «injusticia total», como así describía el presidente de la Plataforma, Benito Jódar.

La protesta clamó ante «el delito medioambiental» -en palabras de la Plataforma- que «se cometió» en el año 2007, cuando se colocaron «de forma ilegal» un total de 2.300 metros cúbicos de piedras en 151 metros de la playa (cuya longitud total es de 950 metros) y que con el paso del tiempo ha ido acabando «con la arena original» de este litoral.

Los manifestantes criticaron, en una concentración que duró en torno a una hora, «el silencio y la desidia ante la atrocidad cometida sin exigir responsabilidades a quien cometió tamaña tropelía». El presidente de la Plataforma leyó un manifiesto, en el que hizo una reconstrucción de los hechos y en el que lamentaba que «el destrozo de las piedras» seguía en su sitio.

Benito Jódar también señaló que «continuará la lucha para que esas piedras sean retiradas independientemente de cualquier proyecto o acción que las autoridades consideren legalmente necesario».

Familias con niños respaldaron esta protesta, en la que también se escucharon otros cánticos como «salvad La Cola» y «no es una escollera, es un montón de piedra». Algunos de los asistentes procedían de otros lugares de la Región e, incluso, se unieron ciudadanos franceses, asiduos de esta playa desde hace décadas.