Las inversiones en infraestructuras constituyen una de las principales demandas que los alcaldes pedáneos de barrios y pedanías de Lorca plantean al primer edil, según ha reconocido a esta Redacción el propio Fulgencio Gil.

El arreglo de caminos y la instalación de alumbrado público son algunas de las reivindicaciones que mayoritariamente hacen los vecinos a los representantes municipales para que trasladen al equipo de gobierno.

El alcalde de Lorca, Fulgencio Gil, se ha reunido recientemente con los alcaldes pedáneos de barrios y pedanías para confirmarlos como tales en sus puestos de responsabilidad tras la toma de posesión del primer edil el pasado 12 de mayo, sustituyendo a Francisco Jódar. La intención del nuevo alcalde es que todos los pedáneos continúen en sus puestos, aunque reconoce que «hay algunas alcaldías que se encuentran vacantes», añadiendo que de forma inmediata se va a proceder a nombrar a los nuevos representantes del alcalde en barrios y pedanías. Según Gil, «se trata de 39 pedanías y 14 barrios donde se podrá producir algún que otro cambio estrictamente puntual». Gil reconoce asimismo que algunos alcaldes han dejado el cargo «por la edad, porque no se ven con fuerzas para seguir o por problemas de tipo personal».

La concejalía de Participación Ciudadana que dirige Francisco Javier Pelegrín trabaja junto al alcalde, «para hacer el relevo lo antes posible, para que de esta forma los nuevos responsables puedan seguir trabando por sus vecinos».

Las infraestructuras, con el arreglo de caminos y la instalación de nuevos puntos de alumbrado público son las principales reivindicaciones que hacen los alcaldes pedáneos en nombre de sus vecinos, según el alcalde, Fulgencio Gil, añadiendo que «es ahí donde vamos a centrar nuestro esfuerzo a partir de ahora porque ha llegado la hora de las pedanías después de haberlo hecho en el casco urbano tras los terremotos de 2011».

El alcalde de Lorca considera que «hay buena sintonía entre los alcaldes pedáneos y las asociaciones de vecinos teniendo en cuenta que cada uno de ellos defiende sus intereses que, al fín y al cabo, son los mismos, el bienestar de la comunidad».