Vecinos y veraneantes se mostraron escépticos. No creen que la ordenanza se pueda llegar a materializar, principalmente porque «a ver quién confirma que alguien ha hecho sus necesidades en el mar», comenta Mª Ángeles, habitual de la playa de La Torre Derribada, una de las del Mediterráneo que pertenecen a San Pedro.

En las seis playas con las que cuenta el municipio (tres de Mar Menor, tres de mar mayor) entra en vigor hoy, 24 de julio, la polémica ordenanza que lleva coleando desde principios de mes, cuando la Policía comenzó a informar a los bañistas de lo que podría pasarles si incumplían la norma: se enfrentaban a multas por acciones tan típicamente veraniegas como jugar a la pelota en la arena.

Se ocuparon de la campaña informativa agentes de la Unidad de Playas. Entre las acciones que pueden acarrear multa: jugar a la pelota en la arena, orinar en el mar o hacer nudismo. Esta última fue muy comentada cuando, hace unos meses, se presentó el borrador de la norma. Cuando se hizo pública la ordenanza entera, lo que más sorprendió a la opinión pública fue saber cómo piensa la Policía certificar que alguien miccionado en el mar.

A falta de concretar cómo se va a controlar desde hoy a quien orine en el agua, lo que sí ha trascendido es a cuánto asciende la multa que hacerlo acarrea: podría ascender hasta 750 euros.

El Ayuntamiento se defiende y alega que la finalidad de la norma es «conjugar los criterios de seguridad y protección de la salud de las personas usuarias de este bien público con su conservación, equilibrio ecológico y el desarrollo turístico que derive en un aprovechamiento socioeconómico sostenible».

El resto de municipios costeros de la Región no cuentan con una norma que sancione específicamente a quienes orinen en el mar, tal y como confirmaron sus respectivos primeros ediles.

Defensa «Se hace por civismo y respeto, hay malas interpretaciones»

«Respeto, civismo y convivencia. No hay más, sólo malas interpretaciones». Así defienden desde la Policía de San Pedro del Pinatar la entrada en vigor de la ordenanza. Responsables de este Cuerpo subrayan que, por ejemplo, no habrá problema alguno en que alguien juegue a las palas en la arena, «siempre que no supongan una molestia para el resto de usuarios o que la dimensión de la playa lo permita».