La Audiencia Provincial de Murcia juzgará la próxima semana a un guardia civil que está acusado por el fiscal de un delito de imprudencia grave por causar la muerte, en enero de 2006, en el municipio de Cieza, de un joven vecino de Torrevieja cuando la patrulla de la que formaba parte trataba de localizar a los autores de unos robos cometidos en la zona.

Las conclusiones provisionales del Ministerio Público señalan que los hechos ocurrieron cuando el agente acusado de los hechos, E.A.P. y su compañero realizaban un rastreo por el lugar de los hechos tras haber recibido la notificación de dos robos cometidos en los vecinos municipios de Calasparra y Caravaca de la Cruz.

Al llegar a las inmediaciones de una estación de servicio (siempre según el relato que hace la Fiscalía) observaron la presencia de un coche, ocupado por varios jóvenes, que infundió sospechas a los agentes, por lo que se acercaron al mismo para proceder a su identificación.

En ese momento, el conductor del turismo, F.J.L., la víctima, inició la marcha, produciéndose a partir de entonces una serie de hechos en el transcurso de los cuales el acusado efectuó varios disparos con su arma reglamentaria, uno de los cuales impactó en el costado de aquel, causándole la muerte.

Por su parte, el agente sufrió contusiones al ser atropellado por el vehículo, añade el ministerio público.

El fiscal acusa a E.A.P. de un delito de imprudencia grave con resultados de muerte y reclama dos años de prisión, así como una indemnización de 95.000 euros para los herederos de la víctima.

Estos últimos, que ejercen la acusación particular, tienen solicitados diez años de cárcel, al considerar que los hechos son constitutivos de un delito de homicidio por imprudencia.

La vista oral por estos hechos se iba a desarrollar inicialmente ante un Juzgado de lo Penal de Murcia, pero la misma fue suspendida al considerarse que el órgano competente era la Audiencia.