El pleno del Ayuntamiento de Lorca aprobó ayer, con los votos a favor del Partido Popular y Ciudadanos y la abstención del PSOE e Izquierda Unida-Verdes, la primera ordenanza municipal destinada a regular la convivencia de los usuarios en los 9 kilómetros de litoral con los que cuenta el término municipal, integrados por un total de 13 playas.

La norma que se ha aprobado va encaminada a conseguir que «la playa se convierta en un lugar de encuentro y convivencia durante todo el año para el divertimento de los ciudadanos», según el alcalde, Fulgencio Gil.

La ordenanza regulará aspectos tan importantes como la pesca submarina o en superficie, la limpieza de las playas o el correcto uso de las instalaciones, entre otras cuestiones. Las playas o calas a las que afecta la medida son Playa Larga, Cala Blanca, Playa de los Hierros, Cala Leña, Cala de la Gruta, Playa Junquera, Playa del Cuartel del Ciscar, Cala Honda, Playa de San Pedro, Playa del Siscar, Playa Baño de las Mujeres, Playa de Calnegre y Playa de Puntas de Calnegre.

Según el alcalde, «casi todas las playas del término municipal de Lorca, salvo Puntas de Calnegre y Marina de Cope, se encuentran incluidas dentro del Parque Regional de Cabo Cope y Calnegre, precisando de un adecuado uso y protección». Además, «la zona cuenta con una flora y fauna singular que es conveniente preservar para transmitir a las futuras generaciones», según el alcalde.

Para Gil «esta novedosa ordenanza servirá como instrumento de concienciación, convivencia y gestión eficaz del dominio público costero en el ámbito territorial del municipio». El primer edil añadió que «la normativa viene justificada por una razón de interés general, haciéndose necesario regular el uso y disfrute por parte de los ciudadanos de las zonas costeras, ya que las mismas constituyen un recurso limitado y frágil que debe ser ordenado con el fin de evitar el deterioro derivado de su uso».

La ordenanza establece que el acceso a las playas y a sus instalaciones por parte de los usuarios será libre y gratuito al tratarse de un espacio de dominio público, por lo que se prohíbe su uso privado, así como acampar, pernoctar y acotar o parcelas las zonas de playa con mobiliario y enseres a modo de reserva de espacio cuando no estén presentes las personas que lo ocupen.

El Ayuntamiento se compromete a mantener limpias las playas durante la temporada de baño, que se fija entre los meses de junio a septiembre, ambos inclusive, mientras que los usuarios quedarán obligados a colaborar con su comportamiento diligente sin entorpecer las tareas de limpieza, entre otras normas de civismo.