Cultivaban marihuana en cantidades industriales en distintas naves de la Región y desde aquí la distribuían, presuntamente, por Europa. Tenían toda una infraestructura montada: grandes invernaderos perfectamente adecuados para el óptimo crecimiento del cannabis, luz, calor y aire incluidos. Pero el buen hacer de la Policía Nacional les desmontó ayer los chiringuitos.

23 personas eran detenidas ayer en distintas localidades de la Región por su presunta vinculación con el narcotráfico: son sospechosos de cultivar y vender marihuana.

En concreto, el operativo se saldó con 13 registros en pedanías murcianas como Llano de Brujas, Los Ramos y Torreagüera, y en municipios como Alcantarilla, Molina de Segura y Fortuna, indicaron fuentes policiales.

Entre la droga decomisada, cinco plantaciones de 'maría', con unas 2.000 plantas en total. Asimismo, también había más de 60 kilos de cogollos preparados para ser distribuidos.

La Policía Nacional también encontró tres armas de fuego en los registros.

Los invernaderos, según explicaron fuentes de la investigación, estaban bien adecuados: del techo colgaban placas para que a las plantas no les faltase calor. Muchas macetas de las que se encontraron ayer estaban creciendo. Otras, listas para su venta.

Entre las curiosidades del golpe: en Llano de Brujas, los invernaderos de cannabis estaban en una antigua sala de intercambio de parejas, ya cerrada, detallaron fuentes de la investigación.

Uno de los sospechosos se caracterizó por su resistencia a la hora de ser arrestado: llegó a agredir a dos agentes, que precisaron de asistencia médica. No obstante, su estado no reviste gravedad.

Del operativo se hizo cargo el Grupo de Estupefacientes de Murcia, en colaboración con varias comisarías de la Región. Un total de 71 efectivos participaron en los registros y los arrestos.

Los sospechosos fueron trasladados a la Jefatura Superior de Policía, en la capital murciana.

Uno de los arrestados, durante su traslado a la Jefatura Superior de Policía. FOTO: Israel Sánchez