La Audiencia Provincial ha desestimado el recurso de una mujer contra la sentencia de un juzgado de Molina de Segura que la multó con 240 euros por rayar el coche de un vecino que poco antes se había quejado de los ruidos de una fiesta en la que aquella participaba. El juzgado declaró probado que el denunciante se había presentado en dos ocasiones en una celebración en una casa molinense para que bajaran el volumen de la música, que no le dejaba descansar.

Horas después, la acusada rayó el coche del vecino con unas llaves y produjo daños por 252 euros que deberá abonar como indemnización a su propietario. En su recurso, la condenada alegó que en el vídeo que aportó el vecino como prueba no se veía que produjera daño alguno. El tribunal señala que «se puede observar cómo a la altura de la puerta delantera derecha del vehículo saca unas llaves, se gira y lo raya».