Hoy se cumple un año del accidente de tráfico en el que murieron cinco jornaleros agrícolas y otros tres resultaron heridos al caer por un talud en la carretera Lorca-Águilas la furgoneta alquilada en la que se desplazaban a trabajar en una explotación agraria.

Las cinco víctimas mortales, residentes en el Campo de Cartagena, eran varones de origen marroquí contratados por la empresa de Torre Pacheco Agriverdes del Mediterráneo para trabajar en una finca agrícola de Águilas, a la que se dirigían en el momento del siniestro, para recolectar apio.

La furgoneta, una Opel Vivaro, se salió de la vía y cayó por un puente, desde una altura aproximada de tres metros y medio, a las 7.20 horas en una zona recta de buena visibilidad, en el kilómetro 12,200 de la vía rápida RM-11 que une Lorca con Águilas.

El agotamiento del conductor, también jornalero, fue considerado la principal causa del accidente en la investigación que se emprendió tras el suceso y después de que familiares de las víctimas denunciaran que éstos hacían a diario 200 kilómetros en furgoneta y que trabajaban de sol a sol en el campo. El vehículo, de nueve plazas, se estrelló contra el muro de hormigón y el talud de la carretera y, al caer sobre su propio techo, se deformó y aplastó a las cinco personas que ocupaban la zona sobre la que había volcado. Salvó la vida el copiloto (donde él iba apenas hubo deformación de la furgoneta) y otros dos pasajeros que se sentaban en los puestos centrales del interior del vehículo.