Los vecinos de los núcleos diseminados, afectados por la ampliación de una escombrera a un centro de tratamiento de basuras, gritaron bien alto que no están dispuestos a que su zona, de gran riqueza medioambiental, se vea afectada.

Más de un millar de personas participaron en la marcha de ayer en Cehegín, que partió desde el pantano del Argos y concluyó con la lectura de un manifiesto en la zona, donde se pretende instalar el basurero, a pesar de la negativa de los vecinos.

Una de las vecinas afectadas explicaba que «el vertedero está a un kilómetro y medio de mi puesto de trabajo y a dos kilómetros de mi vivienda, evidentemente el olor se va a notar», recordando que «estamos a ochocientos metros del pantano del Argos, que es la única reserva natural que tenemos en la zona».

«Una bomba de relojería»

Los vecinos temen «que los olores que se generen hagan inviable la vida en la zona», matizando que «esta instalación puede conllevar a la paralización de la industria, lo que supondría la muerte de los pueblos cercanos».

En la lectura del manifiesto expresaron que «quieren colocar una bomba de relojería en forma de vertedero», recordando que «se pretende construir una balsa de líquidos altamente contaminantes de más de mil metros cúbicos».

Según el propio manifiesto «los gases contaminarán unos diez kilómetros a la redonda, pudiendo contaminar también el embalse con el que se riegan los campos de la zona». También expresaron su preocupación por que el turismo de la zona se pueda ver directamente afectado.

La marcha estuvo encabezada por los alcaldes de Cehegín y Calasparra, José Rafael Rocamora y José Vélez respectivamente, así como los diputados regionales José Soria, Jesús Navarro y Choni Ludeña, además de ediles de otros municipios de la comarca.

José Rafael Rocamora explicó que «estamos mandando un mensaje contundente, alto y claro, tanto a los responsables de la empresa, como a los dirigentes del Gobierno Regional: no queremos la implantación del vertedero en el municipio de Cehegín». Rocamora va más allá y manifestó que «vamos a luchar para que a la empresa le sean revocados los permisos que tiene concedidos desde el año 2013», matizando que «en su momento se consideró un proyecto de interés público y social para el municipio de Cehegín, y a día de hoy todos hemos cambiado de criterio».

Por su parte, José Vélez puntualizó que «no vamos a consentir la instalación del vertedero. Siempre se ha dicho que había que proteger esta zona porque medioambientalmente era una maravilla y ahora nos vemos con que quieren colocarnos un vertedero de basuras».

Vélez también recordó que «el vertedero hay que ubicarlo en el sitio que corresponda y que no afecta ni a los vecinos, ni a nuestro patrimonio».

Presentadas las alegaciones

Recientemente el equipo jurídico del Ayuntamiento de Cehegín presentaba un total de cinco alegaciones a la ampliación del proyecto. Dichas alegaciones incluyen defectos de forma, falta de informes de las partes afectadas, compatibilidades de uso y falta de una prospección arqueológica previa a las obras. También presentaron alegaciones el Partido Popular y Ciudadanos.