Estudiantes de Puerto Lumbreras, Lorca y Totana iniciaron la plantación de 2.000 ejemplares de espino negro, lentisco y acebuche en la finca Alhagüeces, un terreno de titularidad pública que en el pasado se dedicó al cultivo de secano. Así, la reforestación ayudará a evitar a largo plazo la emisión de unas 60 toneladas de CO2 anuales, por lo que forma parte del programa de sensibilización medioambiental de la Fundación Trinitario Casanova, que promueve la conservación del medio natural y la educación de los más pequeños en esta área.

En la actividad, que dirige la Asociación Bosque O2, participan 500 estudiantes que aprenden sobre el terreno la importancia de la reforestación y el cuidado de los entornos naturales como herramientas para luchar contra la desertización. Para ello se han seleccionado arbustos que destacan por su alta resistencia a la sequía y por favorecer la biodiversidad. Es el caso del espino negro, que con sus frutos alimenta a gran variedad de aves durante el otoño; o el lentisco, un arbusto que ampliamente distribuido evita la erosión del suelo. En cuanto al acebuche, cabe destacar su resistencia a la sequía y los incendios, siendo capaz de rebrotar desde la raíz tras el fuego, lo que le aporta un gran valor medioambiental.

Mejorar la fertilidad de la tierra

De este modo se intentará mejorar la fertilidad de la tierra y se enriquecerá la flora de la zona. La finca donde se hace la plantación constituye junto con El Madroño un área de monte de 1.343 hectáreas incluido dentro de los límites de la ZEPA denominada 'Sierras de Burete, Lavia y Cambrón' y está situada muy cerca del Parque Regional de Sierra Espuña.

Las actividades correrán a cargo de los estudiantes por turnos: el próximo miércoles, 18 de enero, serán los del colegio Tierno Galván de Totana los encargados de las nuevas plantaciones; el jueves 19 serán los alumnos del colegio de la Cruz del mismo municipio; finalmente, serán los alumnos de Lorca los que trabajarán sobre el terreno, concretamente el viernes 20 enero, que irán los estudiantes del colegio San Cristóbal, y el 24 de enero, cuyos responsables serán los del colegio Alfonso X. Cada niño recibirá un documento acreditativo del apadrinamiento del bosque, en el que aparecerán las coordenadas de localización para que pueda visitarlo en cualquier momento.