«Todavía estamos intentado asimilar lo ocurrido en la noche de Reyes». Así comienza el comunicado que han emitido algunos participantes en la Cabalgata de Reyes Magos de Mazarrón, que el pasado jueves vieron cómo la Policía Local del municipio «multaba a las tres carrozas, una traída de fuera por el Ayuntamiento y dos cedidas por peñas del pueblo para engalanar el desfile, por no cumplir el reglamento para circular».

Antonio Jara, profesor de una escuela de baile con el mismo nombre y uno de los afectados por la medida policial, explicaba ayer a LA OPINIÓN su desconcierto: «Si nuestras carrozas, que ya desfilaron el día 11 de diciembre, no cumplían con el reglamento para circular ¿por qué nos multaron al final, después de escoltarnos al Puerto de Mazarrón, hacer el desfile allí, y escoltarnos de nuevo a Mazarrón para hacer el otro en la misma tarde?».

En el pliego de la multa de la carroza de Jara, a la que ha tenido acceso esta redacción, el agente de Policía Local impone una sanción de 200 euros por «poner en circulación un vehículo a motor, remolque o semiremolque, sin llevar las placas de matrícula en la forma establecida», algo que Jara reconoce pero que, en su opinión, no justifica que el cuerpo de seguridad les permitiese realizar hasta tres desfiles antes de proceder a aplicar la multa.

La comisaría de Policía Local de Mazarrón aseguró ayer que, al menos, se tiene constancia de una de las tres multas a las que Jara y los participantes se refieren en su comunicado público, aunque no explicaron los detalles que propiciaron dicha acción policial ni aclararon por qué, pese a las revisiones anteriores que hubo, según los propietarios, solo procedieron a sancionar tras el desfile.

«Si como nos dijeron, ellos velan por nuestro bienestar, ¿por qué nos dejaron desfilar poniéndonos en peligro, para terminar en multa?», se preguntan los dueños de las carrozas en su comunicado. Y es que, explicaba Antonio Jara, «no se comprende que algo que se hace de manera voluntaria, para enriquecer la magia del desfile, para que nuestras bailarinas hagan disfrutar a los vecinos, acabe de esta manera». Para él, la noche de Reyes de 2017 ha sido la noche de «los sueños rotos».