­«Orgulloso y feliz de poder gritarle a nuestra patrona en nombre de todos los yeclanos: ¡Viva la Virgen del Castillo!». Así se expresaba en Twitter Marcos Ortuño, alcalde de Yecla, en uno de los días grandes de las Fiestas de la Virgen: el de la bajada.

La Virgen del Castillo ya descansa en la Basílica de La Purísima, donde desde este miércoles se van acercando sus fieles, para contemplarla.

La bajada transcurrió según lo previsto. La madre de Dios recibió los honores establecidos -el Juego de la bandera y estruendo de salvas de arcabuces- a la entrada a la basílica, donde la esperaba la soldadesca.

Por la tarde ha tenido lugar una ofrenda floral en la que los más devotos hicieron entrega de su obsequio para la patrona.

Este jueves, festividad de la Inmaculada, es el día grande de las Fiestas de la Virgen. La jornada comenzará de buena mañana, en concreto a las ocho y media. Soldados, tambores y mayordomos desfilarán en honor de María en un día en el que destaca la solemne procesión que recorrerá el pueblo por la tarde.

Las campanas sonarán arrodilladas ante la Virgen del Castillo. Se dispararán de nuevo los arcabuces y la pólvora impregnará de devoción y jolgorio un día tras el cual las fiestas pararán, para ser retomadas el domingo con la ofrenda infantil y el tradicional besamanos a la patrona. Numerosos yeclanos y visitantes, muchos de ellos en familia, disfrutan cada año por estas fechas de una de las fiestas más queridas de la Región.