Los cuatro vecinos de las dos viviendas afectadas por el derrumbe de un muro y parte de la calle de la Cuesta del Horno de Los Baños de Mula tendrán que abandonar finalmente sus casas, de forma provisional, durante las próximas dos semanas para evitar riesgos innecesarios ya que, aunque no existe peligro de derrumbe de dichas viviendas, la reconstrucción del muro y consolidación del barranco puede ocasionar nuevos movimientos de tierra. También los podría causar el agua que cayó este domingo durante toda la jornada y que se espera siga cayendo en los próximos días, según explicaba el alcalde de Mula, Juan Jesús Moreno, durante su paso por Los Baños de Mula para conocer de primera mano lo sucedido la noche del sábado, cuando la tierra se desplomaba en esta pedanía muleña arrastrando parte de un muro y la calzada y ocasionando importantes grietas a dos viviendas que se encuentran a escasos metros del suceso.

Junto al alcalde visitó la zona afectada el titular de Obras y Servicios, Francisco Llamazares, técnicos municipales y personal del servicio de aguas, que restablecieron el suministro poco después de las 10 de la mañana tras cortarlo la tarde del sábado al desplomarse también la tubería general.

La consolidación del talud dañado y reconstrucción del muro comenzará a realizarse hoy mismo, «ya que es urgente acometer las reparaciones necesarias para salvaguardar la integridad de las personas», aseguraba el alcalde. Las obras consistirán en la construcción de una escollera de hormigón de cemento para proteger y apuntalar el resto de la calle y poder iniciar de inmediato las obras de saneamiento de la zona.

Tras evaluar la zona, los técnicos afirmaban que la caída se debe «presumiblemente» a que parte del muro era de bloques con relleno y que las filtraciones de agua, como consecuencia de las lluvias, han sido el condicionante que ha provocado el derrumbe, unido al paso de camiones de gran tonelaje de los últimos meses, según aseguraba ayer uno de los afectados, que había visto cómo en los últimos meses se acentuaban las grietas en la calzada, el muro y las viviendas.

Mariano Artero, uno de los cuatro damnificados, se mostraba ayer apenado por el hecho de tener que abandonar su vivienda. «Es lo que dicen los técnicos que hay que hacer, y si existe el mínimo riesgo de que el barranco pueda seguir arrastrando material, pues tendremos que marcharnos», aseguraba.

De los cuatro afectados dos de ellos son personas mayores que ya han sido realojados con familiares y el matrimonio que se instalará en una vivienda que poseen en Mula.