La empresa Derivados Químicos de Alcantarilla ha solicitado a la consejería de Agricultura, Agua y Medio Ambiente, a través de la dirección general de Calidad Ambiental, autorización para poder producir más al año. La mercantil ha pedido, en concreto, ampliar las horas de fabricación anuales permitidas en la Autorización Ambiental Integrada que le fue concedida en julio del pasado año para pasar de las 6.000 actuales a las 6.895, según han confirmado a esta Redacción fuentes de la empresa, que tiene su sede en Alcantarilla.

Eso supondría un incremento de las horas de fabricación que ronda el 15 por ciento, una petición «que está siendo valorada técnicamente, al objeto de determinar sus efectos, las administraciones a consultar, y condiciones adicionales que en su caso se deban establecer», según señalan desde la Consejería.

Para tomar su decisión, Calidad Ambiental ha solicitado su opinión técnica tanto a la consejería de Industria como a la dirección general de Salud Pública y al ayuntamiento de Alcantarilla.

Derivados Químicos justifica su petición alegando que con la reciente adquisición del nuevo oxidador térmico regenerativo, la fábrica ha multiplicado su capacidad de control de emisiones derivadas de su producción «y ahora es capaz de producir más sin contaminar más».

«Nos hemos comprometido a que no se superará el volumen total de emisiones anuales permitido», añaden los responsables de la química.

Asimismo, desde la empresa se recuerda que en este nuevo aparato, «el único de sus características existente en España», según explicó Luca Mantovani, presidente de la empresa, se ha hecho un importante esfuerzo inversor de tres millones de euros.

Destacan, además, que se trata del único equipamiento de sus características instalado en Europa en una factoría químico-farmacéutica y, sustituyendo al que operaba desde 2011, fue diseñado expresamente para adaptarse a los requirimientos técnicos que la administración autonómica estableció con respecto a la emisión de residuos gaseosos en Derivados Químicos.

Cuenta con 12 metros de alto y 120 toneladas de peso, y las principales diferencias respecto al sistema anterior son su mayor tamaño (la actual cámara de incineración de gases tiene el doble de capacidad) y el hecho de que opera a 1.100 grados durante dos segundos. Además, este sistema transmite en continuo la información recogida en la instalación con más de 30.000 datos recopilados cada día, aseguran desde la empresa.