Agentes de la Guardia Civil han culminado una operación antidroga con la detención en Bullas de tres hombres y una mujer británicos, de entre 28 y 50 años, con un invernadero con varias plantas de cannabis y droga dispuesta para su envió a su país por vía postal.

La operación 'Magic' ha desmantelado el envío de marihuana desde esta localidad al Reino Unido tras ser descubiertos paquetes postales que desprendían un fuerte olor a marihuana en la oficina de correos de Bullas.

Tras averiguar la identidad de dos de los cuatro detenidos que enviaban los paquetes sospechosos, un hombre y una mujer de nacionalidad británica que residían en una casa de campo a las afueras de Bullas, la Benemérita pudo localizar a los otros dos, especializados en el cultivo, la producción y la manipulación de la droga.

Durante su última semana de actividad delictiva llegaron a formalizar una veintena de envíos, los cuales han sido incautados por los guardias civiles y, posteriormente, abiertos en sede judicial, donde se ha constatado la existencia en su interior de distintas cantidades de sustancias estupefacientes derivadas del cannabis.

La Guardia Civil, en colaboración con la Policía Local de la localidad, ha llevado a cabo la entrada y el registro en el inmueble objeto de la investigación, donde se han incautado dos invernaderos de plantaciones indoor de marihuana, un secadero de plantas, cuatro kilogramos de cogollos de marihuana, 1.644 gramos de resina de hachís, varias cajetillas con 30 gramos de hachís en dosis, varias posturas de LSD y otros productos y utensilios de laboratorio utilizados para la preparación de sustancias derivadas del cannabis.

El registro ha finalizado con la detención y posterior puesta a disposición judicial de los cuatro integrantes del grupo delictivo como presuntos autores de los delitos contra la salud pública -por cultivo y elaboración de droga, tráfico de drogas- y pertenencia a grupo criminal. Los ahora arrestados tenían distribuido el inmueble en distintas estancias en función de su uso. Había unas estancias destinadas al cultivo de la marihuana, otras a modo de laboratorio para la manipulación y transformación del cannabis sativa en sustancias derivadas de la misma como hachís, aceites, cápsulas y resinas, y otras dedicadas a la preparación de las dosis y su envasado previo a la distribución.

La investigación ha permitido constatar que su principal red comercial se llevaba a cabo a través de Internet, donde se anunciaban como vendedores de productos derivados de la marihuana.

El destino más importante de la droga era Inglaterra e Irlanda y enviaban las sustancias en paquetes de correos postales que llevaban pegatinas con su propio logotipo.