'Si reciclas, cobras'. Ese podría ser el lema del negocio que ha traído a España una empresa de Fortuna, Ganamos reciclando, que ha comenzado a distribuir en la Región y en España unas máquinas que devuelven dinero o vales de descuento por depositar en ellas envases de metal o de plástico para destinarlos a reciclaje.

Dos supermercados de Molina de Segura y la urbanización La Alcayna, de este mismo municipio, así como una línea de supermercados implantada en la Región, han sido los elegidos para implantar en Murcia estas máquinas, que ya funcionan en otros países con gran éxito y que se distribuyen en modo de franquicia. Y es que la gente quiere reciclar, pero recibir algo a cambio.

El sistema de uso es muy sencillo: el consumidor introduce el envase a reciclar en el orificio de la máquina, que es capaz de leer el código de barras del envase y de cotejar esos datos con la forma, el volumen e incluso el peso del mismo. Una vez aceptado el envase, devuelve una cantidad de dinero estimada o bien entrega un vale descuento para usar en las tiendas adheridas a esa máquina.

Las máquinas aportadas por esta franquicia pueden ser de cuatro tipos, según combinen las variables de devolver al usuario bien monedas o bien un ticket para las compras, y la de compactar o no compactar el material recibido.

Los responsables de Ganamos reciclando se encargan, cada semana, de retirar el material de reciclaje acumulado por el sistema -que el propietario de la máquina debe almacenar en un lugar adecuado- y de comprárselo con un beneficio variable.

José Rodríguez, responsable de Expansión de la joven empresa, explica a elclickverde.com que, de hecho, «nuestro negocio no está en vender la máquina, sino que garantizamos a la persona que la instala una recompra del material que se está reciclando con un beneficio de entre el 40 al 70 por ciento sobre el material que la máquina recibe». Para ello, manejan unos datos de lo que se compensa por cada envase, y el beneficio final dependerá de la presencia de metal, que hace que la recompensa sea más elevada. Por ejemplo, si un bote de refresco de aluminio se paga a un céntimo al usuario reciclador, Ganamos Reciclando se lo recompra a su cliente a 1,6 céntimos, y así éste rentabiliza la máquina.