Después de casi un mes de esperas y traslados forzados, los alumnos del Colegio Nuestra Señora del Rosario de Santomera, volverán a recibir clases en su centro el próximo lunes 3 de octubre. Los estudiantes habían sido reubicados en otros centros educativos de la localidad debido a la paralización, y los consiguientes retrasos que ello ha traído consigo, de las obras de colocación de los tejados en los edificios de su escuela por contener pequeñas cantidades de amianto.

Tal y como el Ayuntamiento había anunciado, las obras se retomaron nada más recibir los resultados de los análisis de amianto, que resultaron, por fin, negativos, el día 19 de septiembre. «Estamos satisfechos. Una vez que nos han dejado, hemos podido entrar a trabajar en el colegio y dar respuesta a las demandas de la comunidad educativa», explicó a esta redacción la concejala de Educación, María José Medina.

A pesar de la rapidez, las reformas no están del todo completadas. Al respecto, el Gobierno regional señala que el módulo A «seguirá cerrado hasta que se lleve a cabo una segunda limpieza y se certifique que está libre de restos de amianto». Por su parte, desde la Corporación municipal confían en que los análisis se realicen en la siguiente semana y pronto tener el permiso para poner a punto el pabellón.

A petición de los padres, que querían que todos los niños volviesen juntos al colegio, y con el apoyo del equipo directivo del CEIP, se acordó que los escolares se distribuyan entre en los dos pabellones restantes del centro, según señalan desde la AMPA. De esa manera se evitaría su paso por aulas prefabricadas, que la Consejería ya estaba instalando desde hace días en los patios del colegio Ricardo Campillo, donde se encuentran ubicados los niños de Infantil.

El pabellón A cuenta con tan solo unas pocas aulas, la biblioteca, el comedor y los despachos de los profesores y de la dirección. Por ello, la propuesta de instalar módulos en el propio centro para dar cabida a estos espacios fue rechazada y se optó por redistribuir los espacios. Así, los servicios de comedor para los niños seguirán teniendo lugar en el CEIP Ramón Gaya hasta que finalicen por completo las obras.