La noticia saltaba a principios de agosto de este año. Dos hombres -uno de ellos vecino de Teruel y el otro de Molina de Segura- eran detenidos acusados de intentar secuestrar a un empresario que, supuestamente, se habría acostado con la esposa del primero. Ahora, una sentencia del Juzgado de Instrucción Nº 3 de Teruel ha archivado las actuaciones contra el vecino de Molina, Ricard Coloma, «al no haber resultado suficientemente acreditado su participación en la actividad delictiva, procediendo, igualmente, al cese de todas las medidas cauterales que le fueron impuestas».

La citada sentencia, a la que ha tenido acceso LA OPINIÓN, nació de un acuerdo de conformidad entre la acusación y la defensa del acusado turolense, cuyas iniciales son J. A. F. T. Por tanto, la resolución se dictó in voce -de viva voz en la sala- el pasado día 23 de septiembre. Como las partes manifestaron su decisión de no recurrir, la sentencia es firme.

La sentencia declara probado que J. A. F. T. «mantuvo varias conversaciones de WhatsApp con Ricard Coloma, llegando incluso a entrevistarse personalmente con él para facilitarle todos los datos de la supuesta víctima». Asimismo, J. A. F. T. solicitó al vecino de Molina «que le pegara una paliza» al empresario.

El juez condena a J. A. F. T. como responsable de un delito de proposición para cometer un delito de lesiones y le impone una pena de dos meses de prisión.

Asimismo, lo condena a otros cuatro meses por un delito de amenazas.