Un nuevo acto vandálico ha dejado sin suministro eléctrico el santuario y parque de La Salud en la pedanía lorquina de La Hoya. Unos desconocidos han cortado los cables de más de una docena de registros distribuidos por los 20.000 metros cuadrados del recinto con la intención, al parecer, de hacerse con el material de cobre para luego venderlo en el mercado negro.

La intervención de la Policía Local, alertada por los responsables del santuario de las anomalías detectadas en el citado parque -ubicado al pie de la sierra de Tercia donde se venera a la patrona de La Hoya, la Vírgen de la Salud-, evitó mayores consecuencias, que podrían haber acabado con la venta en el mercado negro de más de 5.000 metros lineales de cable de cobre que los ladrones pretendían llevarse.

Al comprobar desde el pueblo, situado a cuatro kilómetros del santuario, que el alumbrado exterior de la ermita no funcionaba, se dirigieron hasta el lugar comprobando in situ que alguien había abierto las arquetas y cortado el cableado de todos y cada uno de los registros, con la intención, al parecer, de aprovechar la oscuridad de la noche y la ausencia de personas para extraer todos los metros de cable que hay distribuidos por los 20.000 metros cuadrados que forman el parque y el santuario. El alumbrado alcanza no solo la parte que da servicio al citado parque, donde se encuentran las cocinas, mesas y aseos, sino también la pequeña ermita donde se venera a la patrona de La Hoya, la Virgen de la Salud.

Desde el mismo momento que se conoció la anomalía, la Policía Local vigila contínuamente la zona, tanto de día como de noche, para evitar que los ladrones finalicen la operación. Además, los servicios técnicos municipales tienen conocimiento de la avería que subsanarán una vez dispongan del tiempo suficiente para ello, dado que en estos momentos se dedican plenamente a las labores que trae consigo el desarrollo de la feria y fiestas que se celebra a lo largo del mes de septiembre en la ciudad.

No es la primera vez que el santuario de la Salud, construido por el Ayuntamiento hace más de una década, sufre un acto de este tipo. Hace un par de años fueron destrozados también los cristales exteriores de la ermita. Los responsables de la misma localizaron a los jóvenes autores de los daños causados cuyos padres se hicieron cargo de los gastos. Además, de vez en cuando, suelen aparecer cristales rotos fruto de las piedras que arrojan desde las zonas más altas algunos de los visitantes del entorno religioso.

En dicho santuario se celebran misas, bautizos o bodas, cuyo desarrollo se verá alterado hasta que no se corrija la falta de luz eléctrica.