Todas las mañanas durante el curso, un autobús escolar recorre las pedanías de Águilas para que los niños que viven fuera del núcleo urbano aguileño puedan acudir sin problemas a sus clases. Sin embargo, este servicio hace años que se ha quedado obsoleto, asegura Toni Serrano, uno de los muchos padres de La Marina de Cope que llevan años luchando para compaginar su horario laboral con la entrada y salida de sus hijos del cole. «Antiguamente, todos los niños de las pedanías iban al Colegio Ramón y Cajal, pero ahora ya no», asegura. Y es que el trayecto del autobús escolar, pese a pasar por la puerta de sus casas e, incluso, por la puerta del colegio al que van sus hijos -el CEIP Joaquín Tendero-, solo permite subirse a los alumnos de este centro. El «absurdo» es tal que, según el ayuntamiento de Águilas, esta línea tan solo tiene durante el curso un pasajero: un niño de la aldea de El Cantar.

Esto supone un problema para muchos padres, cuenta Toni Serrano: «Yo soy autónomo, y entre que visto a mi hija, la llevo y la dejo en el colegio, hasta las nueve y cuarto no puedo empezar a trabajar. Y al mediodía tengo que recogerla, llevarla a casa y volver a Águilas para seguir trabajando. Y como yo, muchos otros padres. Es un disparate». Por ello, ayer, cerca de una veintena de padres y madres residentes en La Marina de Cope, acompañados por la alcaldesa de Águilas, Mari Carmen Moreno, el edil de Educación, Vicente Ruiz, y la pedánea de la zona, Trinidad Carrasco, mantuvieron en la consejería de Educación una reunión con la directora general de Centros, María Dolores Valcárcel. «Lo que estos padres piden, respaldados por el Equipo de Gobierno del ayuntamiento de Águilas, supone la utilización racional de un servicio que ya se está ofreciendo», destacó Moreno tras la reunión. La alcaldesa subrayó el hecho de que «es del todo incomprensible que hasta la fecha la Consejería se esté haciendo cargo de financiar una línea de autobús que lleva a un único pasajero y no permita a más de treinta niños que lo necesitan hacer uso de la citada línea. Lo que pedimos no supone una inversión económica sino un uso racional de algo que ya existe», puntualizó Moreno.

No obstante, fuentes del Consistorio confirmaron la satisfacción general con la que concluyó el encuentro gracias al compromiso de la Consejería para buscar una solución a este problema. Eso sí, tendrá que ser «inminente», antes del próximo 8 de septiembre, cuando los niños comenzarán de nuevo el curso. De momento, los padres se mantienen cautos a la espera de que vuelve a pasar el autobús.