Recordando las palabras de San Juan de la Cruz a su llegada a Caravaca y postrados ante la que fue su casa enclavada en la glorieta caravaqueña concluía la primera peregrinación desde Beas de Segura hasta Caravaca, organizada por la comunidad de carmelitas descalzos de la Ciudad Santa del Noroeste murciano. Una peregrinación trazada por los mismos parajes que usó el doctor de la iglesia durante sus siete viajes a Caravaca, desde 1579 a 1587, fecha en la que fue enviado por Santa Teresa de Jesús para asistir a las religiosas en el primer capítulo de la orden fundada en 1575.

Los andariegos partieron desde Beas de Segura el pasado lunes, donde fueron recibidos por la congregación de carmelitas descalzas -fundación directa de Santa Teresa-, quienes les obsequiaron con los tradiciones cánticos, que según narran las crónicas las madres le cantaban a San Juan de la Cruz. También fueron recibidos por el alcalde de Beas, quien se mostró ilusionado por el proyecto esperando que «a partir de esta primera peregrinación sean muchas las que partan desde esta ciudad que está unida a Caravaca por el Carmelo».

Durante los más de 130 kilómetros recorridos, los andariegos han pasado por las poblaciones de Cortijos Nuevos, Pontones, Santiago de la Espada, Nerpio y El Sabinar.