Las calles de Jumilla eran anoche un hervidero de gente que se dio cita en la Gran Cabalgata del Vino, un desfile que contó con la participación de más de dos mil personas repartidas entre una veintena de peñas.

A lo largo del recorrido, por la calle principal de la ciudad (Cánovas del Castillo), los peñeros fueron repartiendo vino, sangría, embutidos y dulces típicos de la localidad entre el público asistente. Todo el recorrido estuvo amenizado por varias charangas, que dieron colorido y vistosidad al desfile.

Una fiesta única y genuina que atrae a miles de visitantes en el mes de agosto a Jumilla y que forma parte de los actos de la 45 edición de la Fiesta de la Vendimia.

Pero no hubo que esperar hasta la tarde para descubrir sus carruajes. Ya a lo largo de la mañana las carrozas fueron expuestas en el paseo poeta Lorenzo Guardiola y el jurado calificador, compuesto por representantes de la Federación de Peñas Fiestas de la Vendimia, junto a expertos relacionados con el sector del vino, dieron su veredicto para unos premios que se entregarán el viernes por la noche en el transcurso de la 45 Fiesta de la Vendimia de Jumilla. Las peñas participantes en el concurso fueron: Los Soyaos, El Albal, Unión de Campesinos y Ganaderos, La Bodeguica, La Brocá, Las Pirusas, Casco Antiguo, El Mantecao y Salicornio.

Pero la fiesta continúa este viernes; y lo hace desde muy temprano, ya que a las ocho de la mañana se inicia el concurso de gachasmigas, donde las peñas elaboran un almuerzo para los vecinos junto al Polideportivo Municipal de la Hoya. Esta actividad sirve para tomar fuerza de cara al lanzamiento de azaón, en el que son numerosas las personas que se inscriben con el único objeto de lanzar lo más lejos el azaón un utensilio que se utiliza en las labores agrícolas.