«No debemos nada a la Seguridad Social, no debemos nada a Iberdrola, no debemos nada a proveedores». Así se expresaba ayer el alcalde de Ulea, el popular Víctor Manuel López, preguntado por la envidiable prosperidad de la que hace gala su pueblo, un pueblo que no solamente puede presumir de no deber dinero a los bancos, sino que tiene superávit.

Un superávit de nada menos que 300.000 euros, que están a plazo fijo, para cuando hagan falta.

Preguntado por el secreto de la gestión, el regidor señala que el secreto es «tomar el Ayuntamiento como si fuera una economía de familia». «Cuidamos el gasto hasta lo más mínimo, como si me doliera a mí», asevera el primer edil, al tiempo que hace hincapié en la importancia de «tomártelo muy en serio y gastar lo menos posible en cosas superfluas».

López -que lleva cuatro años al frente de una localidad de unos mil habitantes- destaca que «los vecinos son gente pagadora de sus impuestos a rajatabla». Además del buen hacer de sus residentes, están las estrategias. Una de ellas, unificar espacios. Al instalar varios servicios municipales en un mismo edificio -en la Casa Consistorial, la Agencia de Desarrollo Local y el Servicio de Juventud- el gasto de, por ejemplo, ADSL y suministros varios, se reduce considerablemente. Pasa lo mismo con el alumbrado público. «Instalamos todo el alumbrado de bajo consumo, y conseguimos una rebaja del 60% en el gasto eléctrico», comenta el alcalde.

Ayudas para comedor y bus

Ahorrando en cuestiones de este tipo, agrega López, el Consistorio se puede permitir subvencionar desde el comedor de las personas mayores a la línea de autobús para adolescentes que se desplacen a estudiar a Archena, y que, por tener ya más de 16 años, no se benefician de otras ayudas.

Y el milagro sigue, porque no se descuida la cultura. El pueblo está a punto de vivir sus fiestas en honor a San Bartolomé. El 19 de agosto se celebrará el Ulea Rock. En enero, más fiestas: por San Antón, se invita a todo el pueblo a comer marrano.

Los concejales se pagan su móvil

«Ningún concejal tiene móvil del Ayuntamiento: todos se pagan su factura ellos mismos», resalta el regidor de Ulea. Además, asegura que el Consistorio ahorra en sueldos. «El mío, como alcalde, es de los más reducidos de la Región», asegura.