La Audiencia Provincial de Murcia ha condenado a un años de prisión y al pago de una multa de 1.260 euros a un vecino de Fuente Álamo que reconoció en el juicio haber abusado de dos niñas cuando estas tenían ocho y once años de edad, para lo que se aprovechó de las relaciones de vecindad que tenía con sus respectivas familias.

El relato de hechos probados recogido en la sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, indica que uno de estos abusos, sobre la pequeña de menor edad, se produjo a mediados de julio de 2014, cuando el acusado, "guiado por un ánimo lúbrico", la invitó a entrar en su jardín cuando aquella jugaba al escondite con unas amigas.

El otro delito se cometió en fecha indeterminada, pero comprendida entre julio y agosto de 2008, cuando el acusado aprovechó la estancia en su casa de la otra niña, que había acudido a jugar con su hija, para cometer los abusos, que reiteró en una segunda ocasión una semana más tarde.

La sentencia, además de las penas de prisión y multa, le impone también una orden de alejamiento de las perjudicadas por tiempo de cuatro años.

Además, deberá abonar a una de ellas una indemnización de 6.000 euros por los daños morales sufridos y por los efectos psicológicos que los hechos produjeron en el desarrollo normal de su personalidad.