La Guardia Civil de la Región de Murcia, durante la madrugada de ayer, 31 de julio, interceptó y detuvo a la conductora de un turismo en la autovía A-33 (Blanca-Fuente la Higuera) a la altura de la pedanía abanera de Hoya del Campo, por circular en sentido contrario al establecido durante más de 17 kilómetros y por conducir bajo la influencia de bebidas alcohólicas, ya que tras ser sometida al test de alcoholemia casi triplicaba la tasa máxima de alcohol permitida. Durante la circulación irregular puso en grave riesgo la vida e integridad física de varios usuarios de la vía con los que se cruzó.

La actuación tuvo lugar mientras se encontraban en curso la vigilancia de la seguridad vial y los controles preventivos de alcoholemia, en pleno desarrollo de la Operación Especial de Tráfico Verano 2016.

Sobre la medianoche del pasado sábado. 30 de julio, la Central Operativa de Servicio de Tráfico (C.O.T.A.) de la Guardia Civil de Murcia era alertada, a través del 1-1-2 Emergencias, de que un turismo había sido avistado por varios conductores circulando en sentido contrario al establecido por la carretera A-33 (Blanca-Fuente La Higuera), conocida como la autovía del Altiplano, haciéndolo en sentido Blanca por la calzada reservada para el sentido Fuente La Higuera).

La conductora, una mujer ecuatoriana de 47 años, se encontraba desorientada. FOTO: Guardia Civil.

Inmediatamente se estableció el dispositivo oportuno para hacer frente a esta irregular situación y evitar un probable accidente de incalculables consecuencias, movilizándose una patrulla de motoristas del Destacamento de Murcia que, haciendo uso de los medios oficiales, consiguió interceptar este vehículo a la altura del kilómetro 2 de la autovía, en las proximidades a la pedanía abanera de La Hoya del Campo, después de haberse cruzado durante el trayecto con varios otros vehículos que circulaban correctamente y que se vieron obligados a realizar bruscas maniobras evasivas para evitar colisionar con aquel, unos hechos que pusieron en grave riesgo la vida e integridad física de éstos. Finalmente circuló de forma irregular durante más de 17 kilómetros.

Los guardias civiles de la Agrupación de Tráfico restablecieron la seguridad de circulación, alterada por este suceso, sacando al vehículo infractor hasta el kilómetro 37 de la carretera N-344 (Almería-Valencia, por Yecla) identificando a su conductora -una mujer, ecuatoriana y de 47 años- que aparentaba claros signos de hallarse bajo la influencia de bebidas alcohólicas. Después de varios intentos infructuosos, tras someterla a las preceptivas pruebas arrojó los resultados de 0,63 y 0,72 miligramos de alcohol por litro de aire, respectivamente en ambos test obligatorios, superando casi el triple la tasa máxima permitida que es de 0,25 mg/litro.

Por estos hechos se procedió a su detención, como presunta autora de dos delitos contra la seguridad vial, uno por conducción temeraria y otro por conducir bajo la influencia de alcohol, siendo puesta a disposición del Juzgado de Instrucción número 2 de Cieza (Murcia), para la celebración de juicio rápido. Asimismo, el vehículo fue retirado por un conductor habilitado, quedando a disposición de la misma autoridad judicial.

La Guardia Civil consiguió detener el turismo antes de que provocara un accidente. FOTO: Guardia Civil.

La conductora detenida, debido a la elevada tasa de alcoholemia que presentaba, se encontraba totalmente desorientada e incapacitada para la conducción, que circulaba desde Jumilla con la intención de desplazarse, en estas pésimas e inseguras condiciones, hasta Mazarrón, habiéndose cruzado con varios vehículos que alertaron al 1-1-2 y que le hicieron señales para avisarle de esta anormalidad que, no obstante, fueron ignoradas por aquella que continuó circulando hasta que pudo ser interceptada por la Guardia Civil.

El delito de conducción temeraria se encuentra recogido en el Código Penal y puede ser castigado con penas que van desde la prisión de 6 meses a 2 años y la privación de derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a 1 y hasta 6 años.

Por su parte, conducir bajo la influencia de drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas lleva aparejadas penas alternativas de prisión de 3 a 6 meses, multa de 6 a 12 meses o trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días, y en todo caso la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a 1 y hasta 4 años.