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­Las barbas están marcando tendencia en la moda masculina. Largas y cortas, tupidas, despobladas? El look propio de antaño ha vuelto para quedarse, y con éste, el auge de las barberías vintage. La Barbería de Diego Giménez, fundada en 2007 en Lorca, es uno de estos establecimientos dedicados al tratamiento y cuidado de barbas y el estilismo del hombre. Diego, trabajador único y director de este local, desvela los entresijos de su actividad profesional.

¿Cuál fue su primer contacto con la profesión?

Mi primer contacto con el mundo de la peluquería y la barbería fue bastante prematuro, a los escasos 9 años. Por aquel entonces, mi padre tenía una cafetería dentro de una asociación de la tercera edad, donde también había una barbería. Allí empecé a interesarme por la labor. Yo no era más que un niño, pero ya entonces sabía que había algo de ese lugar que me atraía y tenía que descubrir.

¿Dónde dio sus primeros pasos?

Como casi todos, comencé a practicar con aquello que tenía más al alcance de la mano: mis amigos. Gracias a ellos pude iniciarme en esto que ocupa ahora el centro de mi vida. Ahora mis amigos se han convertido además en grandes clientes. Ellos han sido testigos del inicio y la evolución de mi trabajo.

¿Quién fue su inspiración en el mundo de la estética masculina?

Si tengo que mencionar una persona por la cual hoy me dedico a esto diría que fue aquel hombre que cortaba el pelo en la asociación de mayores. Supongo que, aunque indirectamente y debido en parte a la curiosidad propia de los niños, sin él nunca habría descubierto mi pasión por el trabajo de los barberos.

¿Cree que es capaz de crear en cada peinado un estilo propio y personal?

Creo que lo importante de este trabajo no consiste en desarrollar el estilo propio, sino en ser capaz de adaptar el estilo personal de cada cliente a su apariencia física, representada en el cabello y la barba, claro; eso es lo que trato de realizar a diario, y es una de las tareas más importantes a perfeccionar con el paso del tiempo y con la puesta en práctica.

¿Cree que ésta es una profesión en la que es imprescindible la sensibilidad?

La sensibilidad no es una condición ´si ne qua non´ en la estética, sino un rasgo que en manos de un buen profesional puede desplegar maravillas. Sin embargo, en el caso de mi trayectoria profesional, el rasgo que me ha aportado mayores resultados ha sido mi capacidad de autoperfección: ser crítico con el trabajo propio y saber pulir los desperfectos con los que me he ido encontrando a lo largo del camino.

¿Qué balance realiza de estos nueve años de apertura?

Poder llegar a la gente ha sido un proceso lento debido en parte al lugar en el que está ubicada. Con el paso del tiempo, el boca a boca entre la clientela me ha permitido darme a conocer y hacerme un hueco en una profesión que se encuentra cada día más solicitada y explotada.

¿Cree que esta empresa puede ofrecer algo que no tienen otras?

Lo que da personalidad a toda empresa dedicada a la peluquería y estilismo es la capacidad, labor y esencia de sus profesionales. Por lo tanto, no son más que mi destreza y forma de trabajo aquello que ofrece mi barbería que no se puede encontrar en ningún otro lugar.

¿Qué tipo de cliente acude a la barbería?

Entre la clientela de la barbería podemos encontrar gente de todo tipo, todos con ganas de lucir un buen corte de pelo y barba, realizados con buena mano y adaptados a cada tipo de persona.

¿Qué cree que es lo más importante en la estética masculina?

Llevar un buen corte de pelo es lo que refleja la diferencia entre una estética masculina trabajada y aquella con mayor desinterés. También es notable el uso de productos de tratamiento adecuados, pues mediante éstos el cabello denota salubridad y buen cuidado.

¿Qué es lo que más le gusta de su labor?

Considero que mi profesión es también la mayor de mis pasiones, por ello todas y cada una de sus partes, ventajas e inconvenientes, rasgos buenos y malos, son elementos que valoro y con los que convivo a diario con ganas e ilusión.

¿Cuál es su objetivo a nivel profesional?

El único objetivo que pretendo alcanzar con mi dedicación es llegar a conseguir que todos y cada uno de mis clientes salgan de la barbería con un buen resultado y ganas de volver.

¿Cuál crees que es el motivo del auge actual del mundo de las barberías?

Desde hace unos años se ha agudizado la necesidad de una estética cuidada en el ámbito masculino. La apariencia del hombre de antaño ha desaparecido dando lugar a una nueva y pulida imagen visible en la mayoría de los hombres de la época actual. Además, podríamos decir que la moda de llevar barba es algo que ha dado un gran empujón al apogeo que viven hoy día las empresas dedicadas a esta labor.