La Policía Local de Los Alcázares, pese a tener una plantilla de 33 personas, asegura no dar abasto para enfrentarse a los problemas que, de cara al al verano, se dan la zona (debido al brutal aumento de población). Por eso, aunque los conflictos derivados de ruidos y botelleos están regulados por una ordenanza municipal y son de su competencia, los agentes necesitan más «cables» de otros cuerpos, como la Guardia Civil.

Esta necesaria colaboración entre Guardia Civil y Policía Local fue uno de los puntos tratados en la última Junta Local de Seguridad, celebrada el lunes y en la que se fijó el operativo para este verano.

En la citada junta estuvieron el delegado del Gobierno, Antonio Sánchez-Solís, el alcalde de la localidad, Anastasio Bastida, y el coronel jefe de la Guardia Civil en la Región, Jesús Arribas.

Tras la Junta, Bastida declaraba que la Policía Local «no puede atender por sí sola» los problemas que tradicionalmente se presentan en la zona en verano. Que este Cuerpo no da abasto lo confirmaba a LA OPINIÓN el representante sindical del CSIF en la Policía Local de Los Alcázares, Carlos Peñafiel. Dijo que el verano es «una locura», debido al volumen de trabajo que hay. «Hacemos horas extra, pero no tenemos vida, no libramos nunca», lamenta.

Y es en que los fines de semana estivales, la localidad de Los Alcázares puede llegar a alcanzar una población de 80.000 y hasta 100.000 personas, calcula el sindicalista. Con lo que eso implica: «Incidencias, peleas, botelleos», pese a que la ordenanza de este municipio costero contempla multas de 600 euros para quienes sean pillados bebiendo alcohol en la calle.

La Benemérita anunciaba el pasado lunes la incorporación de cuarenta nuevos agentes a sus cuarteles, y que la mitad de ellos irían destinados a zonas costeras. En concreto, irán seis a San Javier, uno a El Algar y otros dos a Cabo de Palos, según el listado facilitado por la Guardia Civil.

También el lunes, el coronel Arribas detallaba que, de cara al verano, se reforzarían zonas costeras de la Región con agentes de otros puestos del interior, aunque aún no hay cifra específica.

El caso es que luchar contra ruidos y molestias propias de, por ejemplo, el botelleo y los ruidos derivados de este es competencia de la Policía Local, no del Instituto Armado, que sí interviene si se trata de algún problema de seguridad ciudadana concreto, como peleas o agresiones. La clave es anticiparse a las situaciones. Impedir que quienes consumen alcohol en la calle se instalen cerca de zonas residenciales, algo a llevar a cabo con un operativo de prevención.

El problema de falta de municipales en Los Alcázares no es sólo cosa del verano. Peñafiel también comentó que se vieron desbordados el pasado Hallowen, cuando se dieron hasta tres robos violentos. «Con dos patrullas, ¿qué haces cuando recibes tres avisos?», se pregunta.