El restablecimiento de Lorca fue desde la misma tarde del 11 de mayo de 2011 una prioridad para vecinos, partidos, organizaciones sociales e instituciones con independencia de ideologías o confesiones religiosas, ha dicho a Efe el arquitecto Juan de Dios de la Hoz, director de los trabajos de restauración del patrimonio histórico de la ciudad. De la Hoz resalta que en este tiempo «todo el mundo ha trabajado mucho y en la misma dirección», lo que ha hecho posible, según él, que se haya llegado en cinco años casi a la total recuperación de los daños patrimoniales ocasionados por el terremoto.

Precisamente, el «brevísimo tiempo» transcurrido desde la catástrofe, y el empleo de materiales y técnicas tradicionales, le han valido a este arquitecto especialista en bienes religiosos el premio 2016 de Europa Nostra. De la Hoz explica que el centro histórico, los edificios monumentales y las iglesias se han rehabilitado con maderas, cales o yesos similares a los que se utilizaron, por ejemplo, en el siglo XVIII para la construcción del templo de Santiago. Esa iglesia se convirtió en uno de los iconos de los terremotos de Lorca al desmoronarse su torre ante las cámaras de televisión, y tuvo que ser reconstruida casi por completo para devolverla a su estado original y hacerla «menos vulnerable» a los temblores de la tierra, lo que también ha sido tenido en cuenta por Europa para conceder el galardón.

«Es un premio para toda la ciudad, para los muchos que han trabajado y hecho posible que Lorca esté hoy así», ha subrayado De la Hoz, que llegó la misma tarde de los terremotos a Lorca tras recibir una llamada del Obispado de Cartagena alertando de la magnitud de lo ocurrido. Cinco años después recuerda cómo ordenó el cierre inmediato de todas las iglesias por los riesgos de derrumbe y la respuesta unánime y desinteresada de «grandes empresas, pequeñas y medianas» que «se ofrecieron a trabajar día y noche» para reparar lo antes posible la ciudad.