La remodelación de la avenida Juan Carlos I de Lorca incluirá la eliminación de los aparcamientos en superficie y la pérdida de uno de sus tres carriles de circulación actuales para hacer posible un ensanchamiento de las aceras, que estarán situadas al mismo nivel de la calzada para que sean más accesibles. Esas son las principales conclusiones obtenidas en las reuniones celebradas en las últimas horas por el equipo de Gobierno del ayuntamiento lorquino con unas 500 personas, entre ellas los principales agentes políticos, sociales y económicos de la ciudad, a los que se les ha pedido opinión sobre el proyecto para remodelar esta vía.

Fuentes municipales han indicado que en los encuentros ha obtenido mayor respaldo la opción que da prioridad al peatón frente a la circulación rodada y que incluye la ampliación de las aceras de los 2,8 metros actuales a 4,5 que se obtendrían con la eliminación de uno de los carriles de circulación y la supresión del área de estacionamiento.

La propuesta más valorada incluye la construcción de una «ciclocalle» con plataforma única, sin barreras arquitectónicas, con contenedores soterrados, una red de recogida de pluviales y una galería subterránea de servicios que incluya la renovación integral de las redes de saneamiento, abastecimiento y telecomunicaciones.

En las consultas los distintos colectivos han reclamado un reforzamiento del alumbrado público, con iluminación sostenible, basada en tecnologías de ahorro energético, regulable en intensidad y en horario y que además incorpore dispositivos extraordinarios para la iluminación de las procesiones, cabalgatas y desfiles de moros y cristianos.

La colocación de tribunas para los desfiles elimina la posibilidad de plantar arbolado, pero se baraja la posibilidad de que haya vegetación en grandes maceteros que serían transportables y que se retirarían para instalar los palcos. Asimismo los interlocutores con los que ha hablado el ayuntamiento plantean mantener zonas mínimas de carga y descarga que ocuparían parte de la calzada y las aceras solo durante una parte del día.

Los técnicos municipales también estudian construir una pequeña «rotonda desmontable» -para no impedir el paso de carros y carrozas durante la Semana Santa- en la intersección de Juan Carlos I con Fajardo El Bravo y Eugenio Úbeda, para mejorar la fluidez del tráfico y aliviar la presión sobre la rotonda que será construida en al intersección de esta avenida con la de Santa Clara y con el puente de San Diego sobre el Guadalentín.

El ayuntamiento mantiene abierto un buzón de sugerencias en su página web hasta el día 26 de abril y los técnicos municipales tendrán en cuenta las aportaciones ciudadanas en la elaboración del pliego de condiciones para sacar a concurso el proyecto, que tiene un presupuesto inicial de 6,5 millones que pagará el Gobierno regional.