Cinco miembros del Grupo Especial de Rescate en Altura (GERA) de los bomberos de la Comunidad de Madrid regresan hoy a la sima de la falla de Alhama de Murcia, que causó el terremoto de Lorca del pasado año 2011, para sustituir los sensores de temperatura que ofrecen datos sobre el comportamiento subterráneo.
Según un comunicado de la Comunidad de Madrid, el pasado mes de septiembre, el GERA colocó los sensores de temperatura que ahora hay que retirar, con los que se obtiene información sobre la influencia del comportamiento subterráneo en los terremotos. Los miembros del proyecto esperan extraer datos reveladores del comportamiento de la corteza terrestre antes de producirse el movimiento de la placas tectónicas.
Los bomberos entrarán a la sima entre dos y cuatro veces diarias desde hoy hasta el próximo miércoles para recoger las sondas instaladas el año pasado e ir sustituyéndolas por otras nuevas.
Se considera que esta sima es la más caliente del mundo: los especialistas se van a encontrar con temperaturas de 40 grados, un nivel de humedad cercano al 100% y un bajo porcentaje de oxígeno. Por ello, están obligados a trabajar con equipos de respiración autónomos y protección especial y harán descensos de como máximo una hora de duración.
Laboratorio único en Europa
La sima de la falla de Alhama es un laboratorio prácticamente único en Europa para analizar la actividad sísmica que, desde la instalación de los sensores, ha permitido registrar varios terremotos y temblores en el Mediterráneo, como el que afectó a Melilla. Aunque la función principal del GERA es la búsqueda, rescate y auxilio de personas en la Sierra de Madrid, el Gobierno de la Comunidad ha autorizado su participación en los trabajos en esta sima de Murcia porque entiende que la actividad de los bomberos como servicio público transciende su labor cotidiana, según informa la Comunidad de Madrid en el citado comunicado.
La iniciativa forma parte del proyecto Sismosima, dirigido por el geólogo Raúl Pérez López, del Instituto Geológico y Minero de España, en el que colabora la Comunidad de Madrid.
