El ayuntamiento de Jumilla se ha declarado en pie de guerra contra el hecho de tirar toallitas húmedas al inodoro. Por eso se ha iniciado la campaña 'Toallitas', que tiene como objetivo concienciar a la población de los problemas que genera esta acción.

La campaña, puesta en marcha por Hidrogea y está dentro del Plan Anual Jumilla Sostenible. Pretende prevenir los atascos en los desagües de las viviendas, así como en las conducciones, estaciones de bombeo y estaciones de depuración de aguas residuales (EDAR) que provoca arrojar toallitas al WC, al mismo tiempo que se contribuye a contaminar menos y cuidar el medio ambiente.

Según explicó Juan Manuel García, concejal de Campañas Medioambientales, «tirar toallitas al inodoro es una mala práctica que, además de encarecer la limpieza, mantenimiento y reparación de instalaciones de saneamiento y depuración, incrementa el consumo energético. Asimismo, los taponamientos en instalaciones pueden dar lugar a desbordamientos de aguas fecales con el consiguiente riesgo sanitario y medioambiental».

A diferencia del papel higiénico que se deshace, las toallitas textiles no se disgregan, y se descomponen en hilachas; en contacto con el agua aumentan de tamaño y llegan a las instalaciones de depuración en jirones, con lo que atraen suciedad y residuos y es muy difícil su destrucción, además de contaminar el medio ambiente.

En el caso concreto de Jumilla, la cantidad de toallitas que se retiran al año antes de entrar a las depuradoras es de 29 toneladas, lo que significa que cada habitante arroja de media algo más de 1 kilo de toallitas al inodoro. Además, supone el 50% de los residuos que llegan a estas instalaciones.