El actual concesionario del hotel y el restaurante de La Santa en Totana ha anunciado al Ayuntamiento que renuncia a seguir prestando el servicio y en la actualidad negocia con varias parejas y otros clientes que habían contratado la celebración de su boda y otros eventos en este complejo turístico para reubicarlos en otros establecimientos o en el restaurante que posee en la zona de Los Huertos, cercana al santuario.

Así lo confirmó ayer a esta redacción el propio concesionario, Fernando Méndez, que niega que haya desatendido a sus clientes, algunos de los cuales, no obstante, han llamado al propio Ayuntamiento para pedir explicaciones por el cierre del complejo hotelero, según fuentes municipales. Y es que el ayuntamiento de Totana es el propietario de todo el complejo de La Santa (hotel, restaurante y alojamientos rurales), a excepción de la ermita de la patrona (que pertenece a la Iglesia).

«Hemos logrado reubicar, de momento, a casi el 90% de los afectados por el cierre», asegura Méndez, que alega pérdidas e incumplimientos por parte del Ayuntamiento como argumento para cerrar el hotel y el restaurante.

Hay que recordar que Méndez y el Ayuntamiento llegaron a un acuerdo en 2013 para rescindir el contrato para gestionar estos dos establecimientos y, mientras se sacaba a licitación el servicio, la empresa se comprometía a seguir con el mismo, a cambio de una compensación municipal. Sin embargo, tal como ha reconocido el propio alcalde , Juan José Cánovas, el Ayuntamiento lleva meses sin pagarle, por lo que Méndez ha optado por el cierre.

Al respecto, el alcalde, anuncia que ya han comenzado a redactar el pliego de condiciones para volver a sacar a concurso la gestión de ambos establecimientos y aclara que ofreció al ya exconcesionario seguir con el servicio hasta que se adjudicara a una nueva empresa, pero éste se negó. Cánovas explica que el Ayuntamiento no puede hacer frente a los pagos de la indemnización acordada con el concesionario (cifrada en más de dos millones) por la deficitaria situación municipal y porque, además, cree que se trata de un contrato (firmado por la anterior Corporación) «lesivo para el municipio».