El ayuntamiento de San Javier quiere que las bodas en las playas dejen de estar en un limbo legal y poder regularlas como eventos lúdico-culturales en un espacio público para poder potenciarlas como un atractivo turístico más del municipio.

Con una regulación específica se conseguiría mayor seguridad jurídica para los organizadores de estos eventos y sus participantes, que tendrían todas las garantías para celebrar su boda en un espacio público sin problemas, ya que las celebraciones suponen la ocupación del dominio marítimo terrestre.

En el Ayuntamiento están convencidos de que las bodas en la playa, que ya se celebran de forma habitual aunque sin regulación, puede ser una gran vía para desestacionalizar el turismo y atraer a parejas y sus familias gracias al buen clima durante los meses de invierno.

Para conseguir que las bodas en la playa dejen de estar en este limbo, el alcalde, José Miguel Luengo, y dos de sus concejales se reunieron ayer en Madrid con el secretario de Estado de Medio Ambiente, Pablo Saavedra y con la Directora General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar, Raquel Orts

Al término del encuentro, en el que estuvo presente el diputado por Murcia y portavoz adjunto del PP en el Congreso, Teodoro García, el alcalde José Miguel Luengo manifestó su satisfacción "por la disposición del Ministerio para tratar de dar seguridad jurídica mediante autorizaciones puntuales de actividades lúdico-culturales en la playa, entre las que se encuadrarían las bodas, actividad que en este momento sufre una laguna legal".

Luengo defendió ante el Ministerio "una actividad que supone un gran impulso para nuestro turismo, como demuestra un estudio económico que cifra en más de 3 millones de euros el impacto global del turismo de bodas durante un año en La Manga". El alcalde apuntó, asimismo, que "el turismo de bodas se intensifica fuera de temporada, con lo que contribuye a romper la estacionalidad turística".

Al margen de esta reclamación, también hablaron en la reunión de la petición de los hosteleros de anclar en el paseo marítimo los toldos de sus terrazas, que ahora solo pueden instalar con pesas. El alcalde defendió motivos tanto funcionales como de seguridad, ante un golpe de viento, por ejemplo, para demandar una nueva regulación en este sentido, como piden los empresarios.

En otro orden de cosas, los representantes del Ministerio se comprometieron a agilizar los trámites para la desafectación de la antigua zona marítimo terrestre, que demandaron los responsables municipales y que supondría la inclusión en el patrimonio municipal de 45.000 metros cuadrados de espacios libres en La Manga del Mar Menor que se traducirían en zonas verdes y equipamientos, para mayor disfrute de los vecinos y visitantes de La Manga.

A lo largo de la reunión, que se celebró en la sede del Ministerio de Medio Ambiente, Agricultura y Agua y que se prolongó durante más de 2 horas, también se abordó el esfuerzo municipal por hacer desaparecer el fondeo ilegal e incontrolado de barcos en el Mar Menor y se apuntaron alternativas como las boyas de visita en el Mar Menor, que son boyas alquilables de manera eventual por el propietario de una embarcación para un día de navegación.

El alcalde y los ediles de Medio Ambiente y Turismo informaron a los representantes del Ministerio sobre el proyecto de una base náutica en el Atalayón en la reunión en la que también se habló de la isla Perdiguera que para el Ayuntamiento de San Javier puede ser un recurso eco-turístico para el Mar Menor.

Asimismo aprovecharon el encuentro para transmitirles la preocupación de los agricultores por la grave situación que está generando en el campo la escasez de agua y la demanda de soluciones para un problema se puede agravar ante la falta de recursos hídricos.