Las reliquias de San Juan Pablo II descansan ya en la iglesia Mayor de el Salvador, donde permanecerán expuestas para su culto y adoración de los miles de peregrinos que pasen por la iglesia renacentista como última estación antes de ganar el jubileo.

Las reliquias, que son una muestra de la sangre del Papa que concediera en 1998 el Año Jubilar In Perpetuum a Caravaca de la Cruz, quedaron colocadas en un retrato del Santo Padre con hornacina realizado por el pintor José Antonio Torregrosa, 'Torregar', natural de Ceutí, tras llegar en procesión desde la Basílica.

Antes de la procesión, presidida por el Obispo de la Diócesis, José Manuel Lorca Planes se celebró una eucaristía. Durante su homilía el prelado murciano destacó que «San Juan Pablo II levantó su voz y se acercaron los jóvenes, se acercó a todo el mundo rompiendo cánones».

En definitiva, «Juan Pablo II marcó una época», dijo al tiempo que recordaba también las figuras de los papas Benedicto XVI y Francisco. Junto al prelado murciano hubo una amplia representación del clero, así como un grupo de sacerdotes, encabezado por Claudio Zanardini, secretario del obispo encargado de peregrinaciones de la diócesis de Brescia, que han peregrinado desde Italia para la ocasión. En la eucaristía intervino el coro de El Salvador.

El acto contó, asimismo, con el alcalde de Caravaca, José Moreno quien estuvo acompañado del consejero de Turismo, Juan Hernández y de la Hermana Mayor de la Cofradía, Elisa María Giménez-Girón. Juan Hernández recordó que desde la Consejería se han creado departamentos especializados en turismo específico entre los que se encuentra uno de turismo religioso que se mantiene en contacto con touroperadores. «Pretendemos crear un segmento que suponga un crecimiento importante para la Región», declaró.