Las fuerzas de seguridad detuvieron el sábado por la tarde al menos a cinco menores de edad, que habían publicado a través de las redes sociales los actos vandálicos que presuntamente llevaron a cabo el pasado jueves en dependencias municipales de la pedanía lorquina de La Hoya, donde rompieron a patadas las puertas de varias sedes de colectivos vecinales y pintaron con spray todos los objetos de valor que encontraron a su paso.

Al no poder entrar, en el primer intento, a la sede de la cofradía del Santísimo Cristo de Medinaceli para destrozar todo el material que allí hay, los presuntos atacantes decidieron volver dos días después con la mala fortuna, para ellos, de que la policía ya les seguía la pista y fueron cogidos in fraganti. Su objetivo era, al parecer, causar destrozos para grabarlo en vídeo y publicarlo en las redes sociales.

Los presuntos culpables, todos menores de edad y vecinos de la pedanía de La Hoya, fueron grabando en vídeo su 'hazaña' consistente en destrozar a patadas las puertas de acceso a las sedes de la cuadrilla de La Hoya, el grupo de baile de sevillanas y la asociación humanitaria Camino a la esperanza, donde, al parecer, arrojaron al suelo los objetos de valor que encontraron pintándolos al mismo tiempo con spray. Entre los objetos que inutilizaron con la pintura se encuentran todos los trofeos que la cuadrilla de La Hoya, una de las más veteranas del municipio lorquino, ha conseguido reunir a lo largo de su trayectoria profesional.

«Huellas por todos sitios»

Testigos presenciales señalaron a esta Redacción que «por todos sitios dejaron sus huellas e incluso escribieron la palabra zorra». Sin embargo no pudieron hacer lo mismo con la sede de la cofradía por haber reforzado su junta directiva la puerta de acceso a la misma dado que no es la primera vez que ocurren hechos similares, lo mismo que la sala donde se encuentran los bonsáis.

No satisfechos con la acción realizada el pasado jueves, los jóvenes supuestamente quedaron para volver de nuevo el sábado por la tarde para completar su cometido, intenciones que quedaron reflejadas en la grabación que llegó a manos de quien ellos no pretendían y que fue quien dio la voz de alarma a las fuerzas de seguridad que se pusieron a trabajar hasta conseguir la detención de los menores. Por los restos encontrados en el lugar de los hechos se pudo comprobar que los jóvenes habrían ingerido también bebidas alcohólicas. No se ha echado en falta, sin embargo, ningún objeto de valor.

Una de las decisiones que adoptaron mientras cometían los actos vandálicos del jueves fue la de pasar la grabación con los detalles de sus actuaciones al grupo de WhatsApp al que pertenecen sin percatarse de que además de ellos, alguien más podría visionar la escena, como así fue.

En las grabaciones que efectuaron se hacían la pregunta de qué habría dentro de la sede de la cofradía para encontrarse tan protegida lo que, al parecer les motivó a regresar de nuevo con las herramientas necesarias para inutilizar todo el material con el fin de que no pudiera salir a la calle durante la próxima Semana Santa.

En la sede de dicha cofradía se guardan los tronos que portan las imágenes que desfilan el Miércoles y Sábado Santo, los trajes de los cofrades, banderas y estandartes. Su objetivo era pintarlos todos con spray.

Los locales que fueron asaltados por estos vándalos se encuentran en las antiguas instalaciones del colegio público Juan Navarro, a escasos metros del cuartelillo de la policía local y donde se realizan las fiestas de junio. Para poder entrar a las mismas destrozaron también una de las ventanas de acceso.

Los policías esperaron de paisano

Como los agentes de la Policía Local conocían el momento en el que iban a entrar de nuevo, permanecieron atentos a ello vestidos de paisano hasta que los cogieron in fraganti. En las diligencias posteriores intervino también la guardia civil que les tomó declaración durante la tarde del sábado y mañana del domingo. Al parecer, según fuentes próximas a la investigación, los detenidos podrían pertenecer a una banda o grupo que opera de la misma forma en otras pedanías, siendo los mismos jóvenes los que se fueron delatando unos a otros.

Directivos de las sedes afectadas confían ahora en que sean los padres de estos jóvenes los que se hagan cargo de los daños ocasionados, aunque consideran que lo más eficaz sería que fuesen los mismos jóvenes los que tuvieran que limpiar los objetos que han dañado con la pintura para que les sirva de escarmiento.

En la operación han participado agentes de la policía local y guardia civil. La pedánea, Conchi Martínez, había presentado en la guardia civil la correspondiente denuncia tras comprobar el estado en el que habían dejado las instalaciones.