El nuevo establecimiento de Pedro Máguez es mucho más que un mostrador lleno de pasteles y empanadillas. La confitería también tiene un amplio servicio de cafetería. En él ofrecen un café que muy pocos negocios tienen. Sirven el grano de Piazza D´Oro, una marca exclusiva para los amantes de los matices afrutados y los aromas que envuelven el auténtico significado del café expreso.

La veintena de empleados que forman la familia Máguez son conscientes de que un buen café que se precie debe ir acompañado de grandes manjares y del mejor servicio posible. Por eso, más allá de su innovador surtido, son fieles a los sabores tradicionales de las distintas épocas del año. Así que en pascuas no faltan los roscones de reyes ni los tradicionales rollos de Navidad. También hay sitio para los cordiales, los rollos de naranja, los típicos pastelillos o el pastel de cierva. La receta de este último es uno de los secretos mejor guardados de la casa junto con el del merengue 100% Máguez.

Al margen de esto, la confitería tiene servicio de barra en el que sirven tapas de todos los colores. Desde un arroz negro hasta una inimaginable croqueta de rabo de toro. En Máguez resulta difícil no encontrar alguno de los sabores que existen en el mundo porque prácticamente abarcan todo lo existente en un mismo espacio. La cafetería abrió sus puertas el pasado mes de diciembre y ya se ha convertido en un referente para la gastronomía local.