La Audiencia Provincial ha revocado la sentencia de un Juzgado de lo Penal de Cartagena que condenó a cuatro meses y medio de prisión, por un delito de estafa en grado de tentativa, a un hombre que fue acusado de soltar las amarras de un barco para exigir luego 3.000 euros a sus dueños si querían recuperarlo. La Audiencia considera que no se ha demostrado que el acusado fuese quien soltó los amarres y se llevó el barco, ya que pudo hacerlo cualquier otra persona o incluso haberse soltado solo.

El Juzgado declaró probado que el acusado acudió a la playa de Los Castillicos, en Santiago de la Ribera (San Javier) y cortó los amarres de una embarcación. Acto seguido se llevó el barco «con el propósito de obtener una ganancia ilícita simulando un hallazgo al amparo de la legislación marítima y recibir una recompensa de los propietarios».

De hecho, el acusado manifestó que la nave se encontraba con el cabo suelto y golpeándose contra otras embarcaciones, iniciando un expediente de hallazgo ante la Capitanía Marítima de Cartagena para percibir la indemnización correspondiente. Cuando los dueños le reclamaron la devolución de la nave, el denunciado, añadía la sentencia, les dijo que no la devolvería hasta que le pagaran 3.000 ?.