María, Paco y Manuel son algunos de los 42 ancianos que viven en la Residencia Municipal de Ceutí, un lugar en el que aseguran sentirse como en su propia casa;

un hogar en el que posiblemente no puedan celebrar este año la Navidad, explicaba Ángeles, una de sus cuidadoras. La residencia corre el peligro de cerrar sus puestas el próximo día 1 de diciembre debido a la ley que recoge que las empresas municipales que den pérdidas en dos años, tendrán que cesar sus servicios.

«El trato familiar y cercano que reciben aquí es muy difícil de superar», anotaba a esta redacción José María, familiar de uno de los residentes. Y es que todos ellos se muestran satisfechos con el cuidado recibido en este hogar. Antonia, otro familiar, no entiende por qué el centro tiene que cerrar sus puertas. «Si los ancianos están felices y nosotros también, ¿por qué nos tenemos que ir?», se preguntaba. Asimismo, esta afectada considera que su marido «ha ganado en calidad de vida desde que está aquí» en la residencia.

Además, el cierre de la residencia supondría «un cambio muy grande para nuestros mayores, y el peligro de que no se adapten, o de que se pongan peor. A ellos, plantearse un posible traslado les produce unas preocupaciones y un estrés que a sus años no tienen porqué tenerlas; están aquí para pasar sus últimos años de vida lo mejor posible», consideraban los allegados.

Pero si hay algo que a los familiares les preocupa por encima de todo es adónde se los podrían llevar. «Ahora mismo todos vivimos cerca y les hacemos visitas diarias, nos dan la confianza para venir a cualquier hora, y si se los llevan lejos supondría no poder ir a verlos tanto y nos sentiríamos como que los hemos abandonado», afirmaban Fina y Toñi, otras dos familiares que tienen a sus padres internos. «El bienestar y el trato no se puede cuantificar con dinero», añadía José María.

Los trabajadores, abatidos

  • Familiares y residentes destacan el trato recibido por los auxiliares y limpiadores del centro, que también se sienten abatidos por la situación. En primer lugar, porque están sufriendo impagos en los últimos meses, que para algunos de ellos están llegando a ser situaciones precarias, teniendo incluso que acudir a los servicios sociales del Ayuntamiento para solicitar ayudas. En segundo lugar, también les afecta la incertidumbre de no saber lo qué pasará con sus puestos de trabajo y con las personas que cuidan a diario, y que sienten como «su propia familia», según sus palabras.
  • Familiares de los ancianos, residentes y trabajadores de la residencia han hecho chapas con el lema 'Residencia SÍ', y además están recogiendo firmas. Asimismo, no descartan manifestarse si no les confirman que el centro seguirá abierto. Los afectados se quejan de la falta de información y de «sensibilidad por parte del Gobierno» al que piden soluciones. «Todos tenemos miedo e incertidumbre porque queda poco para el 1 de diciembre y no sabemos qué va a pasar», anotan los afectados. Además, exponen que «no hay excusa, hay espacio y capacidad suficiente para hacer más habitaciones y poder conceder más plazas, ya que hasta hay lista de espera», dicen.
  • Por su parte, desde el Ayuntamiento manifiestan estar a la espera de la respuesta de la consejería de Familia e Igualdad, liderada por Violante Tomás, a las preguntas que el alcalde de Ceutí, Juan Felipe Cano, proporcionó por escrito el pasado 21 de octubre, en las que aparecen cuestiones referentes a la ley que recoge que «no se puede mantener empresas de carácter municipal que den pérdidas más de dos años».

Respecto a los partidos de la oposición, todos están en contra del cierre de la residencia y han realizado una comisión de seguimiento para evitar que el cierre se lleve a cabo. Todos creen que las pérdidas, de alrededor de 11.ooo euros de déficit, según cálculos de la oposición, son perfectamente asumibles por el Ayuntamiento y que se podría evitar el cierre equilibrando los gastos.

Mª Ángeles Martí, portavoz de Ciudadanos, expuso que se han reunido en numerosas ocasiones con los empleados de la residencia para «buscar una solución», y plantea varias líneas de actuación, entre ellas un servicio mancomunado con otros consistorio u otras residencias de la comunidad para evitar el cierre del centro. Ciudadanos criticó también la falta de información desde el Gobierno, ya que han pedido las cuentas al Ayuntamiento y «sólo nos las han facilitado hasta 2013».

Por su parte Sonia Almela, edil del PSOE, propone, por un lado reclamar un aumento de las plazas públicas a la Consejería, y por otra parte solicitar ayudas anuales para la gestión del centro, «gestión que ya se tenía que haber hecho hace mucho tiempo». La socialista incluso plantea un posible aumento de las cuotas de los ancianos. «Por supuesto, nada desmesurado, pero sí una pequeña subida que desde hace varios años no se realiza y que ayude a seguir manteniendo la residencia».

Del mismo modo, Felipe Roca, concejal de Cambiemos cree que este cierre se tiene que ver desde un punto de vista de carácter social y anima a que los trabajadores de la residencia y los afectados por este cierre, salgan a la calle y se movilicen. Roca asegura que no va «a ir delante, pero sí al lado», ya que no quiere que el tema se convierta en una lucha política.

"¿Dónde estaremos nosotros?"

  • Padres, madres, abuelos, esposas o maridos muy queridos viven hoy en esta residencia de Ceutí esperando con incertidumbre una solución sobre su destino. Y uno de los familiares lanza una pregunta para dar que pensar a todos los vecinos del municipio: «Hay que pensar que esto es una cadena, hoy están ellos y mañana? ¿dónde estaremos nosotros?»