La titular del Juzgado número 4 de Cieza dejó ayer en libertad al joven de 22 años detenido como presunto autor del atropello en el que una joven murió y otros dos resultaron heridos graves en Abanilla, pero quedó imputado por un delito de homicidio imprudente, otro delito de lesiones por imprudencia y omisión del deber de socorro, por lo que podría enfrentarse a una pena de cuatro años de cárcel.
Además, la jueza ha ordenado la retirada del pasaporte y del permiso de conducir al individuo, y le ha impuesto la obligación de comparecer en el Juzgado mensualmente, según informaron fuentes del Tribunal Superior de Justicia (TSJ).
El suceso tuvo lugar a las 6.30 horas, cuando el conductor, presuntamente en estado ebrio, atropelló a los tres jóvenes que caminaban por el arcén de la carretera RM-412, a la altura del kilómetro 3,8, en el puente de enlace de Mahoya, en el término municipal de Abanilla.
Tras el atropello, el conductor del vehículo, de nacionalidad española, continuó la marcha y no se detuvo, según la Benemérita. Unos 40 minutos más tarde, tras llegar a su casa y hablar con su padre, el joven se presentó en el cuartel de la Guardia Civil en Abanilla, donde reconoció ser el conductor del vehículo implicado, un Seat Ibiza.
El conductor fue sometido a una prueba de alcoholemia en la que dio positivo, por lo que fue detenido y trasladado a los calabozos de la Comandancia de la Guardia Civil en Murcia, donde pasó la noche. Al día siguiente, el joven fue puesto a disposición judicial.
Dos de los heridos siguen hospitalizados en estado grave como consecuencia del accidente. El más grave, el novio de la fallecida, está ingresado en el hospital de La Arrixaca y la otra joven, menos grave, continúa en el Morales Meseguer.
El delegado del Gobierno en Murcia, Antonio Sánchez-Solís, dijo ayer que el atropello ha sido un «muy desgraciado accidente» y el secretario general del PSOE de la Región, Rafael González Tovar, transmitió un mensaje de condolencia a las familias de las víctimas a través del alcalde de Abanilla.
