«Miramos al cielo con miedo». Como si de un castigo bíblico se tratara, los habitantes de Lorquí temen las nubes cargadas después del verano. Especialmente aquellos quienes tienen casas cerca de los márgenes de las ramblas y el río.

Según cuentan los vecinos y la concejala de Urbanismo, Carmen Baños, las cañas se amontonan a orillas del Segura a su paso por la localidad desde hace casi tres años. «Compre una casa aquí hace cuatro años y durante un tiempo la máquina pasaba cada seis meses limpiando el cauze. Entonces se podía ver el agua, las casas de enfrente y Ceutí», recuerda un inquilino.

Ahora el camino de servicio está intransitable por las ramas y por el camino que lleva al pueblo desde una de las ramblas ya apenas hay espacio para la circulación de vehículos; pero eso no es lo que quita el sueño de los vecinos. «El año que hubo las inundaciones en Lorca, aquí al agua faltaban un par de palmos para desbordarse, pero el río estaba limpio y el agua circulaba sin problema. Ahora sería una catástrofe», aseguran.

Sin embargo, a pesar de las continuas reclamaciones que acoge el Ayuntamiento, solucionar este problema no pertenece a su competencia.

«Es la Confederación Hidrográfica del Segura la que debe limpiar, como hacía hace algo más de dos años, el margen del río. Pero la respuesta que nos dan ahora es que no tienen dinero y que esta zona no es una prioridad», lamenta Baños, quien enumera visitas, mociones, informes y quejas desatendidas por la CHS, con la que esta Redacción intentó hablar ayer, sin éxito, para recabar su versión