El terremoto de 5,1 grados en la escala de Richter que devastó Lorca en 2011 «fue como un disparo, es sorprendente lo bien que se comportaron los edificios ante un evento de esa naturaleza», dijo ayer el profesor Emilio Trigueros, director del departamento de Explotación de Minas de la Universidad Politécnica de Cartagena.

Trigueros es el coordinador del estudio de microzonificación sísmica de la ciudad, que fue presentado ayer, cuatro años después del temblor, y que han elaborado durante los dos últimos dos cursos siete equipos de investigación de la Politécnica. Es el primero que se hace en España para una ciudad en situación de riesgo sísmico y «permite definir bien el subsuelo para determinar su composición y evaluar el comportamiento mecánico que tendrá ante un terremoto y cómo se propagará hacia los edificios», explicó el experto.

El informe, que ha financiado el Gobierno regional, «permite determinar en cada punto de la ciudad que tipo de edificio se debe construir», atendiendo a la certeza de que Lorca seguirá sufriendo movimientos sísmicos, como demuestran las series históricos que fijan en la zona -incluyendo Almería y la vega baja del Segura- hasta 60 registros de sismos superiores a cuatro grados en el último siglo.

La composición arenosa del suelo de algunos barrios, como el de La Viña, y rocosa, como el los barrios altos junto al castillo, deben determinar la rigidez o elasticidad que tengan los edificios que se construyan en el futuro en esos emplazamientos, ha apuntado Trigueros, que opina que es difícil que se produzca un terremoto de las mismas característica del de 2011 a corto plazo. «Ese terremoto es tan singular que creo que no puede producirse de igual forma, porque excede lo que estaba previsto en la norma. Incidió sobre una falla y focalizó la energía como si fuera un disparo», pero ha abundado en que los avances en sismorresistencia permitirán que las estructuras no colapsen incluso en sismos como aquel.

Ha señalado que el experto que hay que aprender de países como Japón, donde la convivencia con terremotos es habitual y donde las estructuras de los edificios tienen una gran capacidad de resistencia y apenas se registran daños «porque se han visto obligados a acostumbrarse» a ese tipo de fenómeno natural.

El trabajo dedicado a Lorca por la Politécnica ha contado con expertos de las escuelas de Caminos, Minas y Arquitectura y para el mismo se ha requerido la colaboración de expertos internacionales en el ámbito de la neotectónica, la geofísica, la ingeniería sísmica, la geotecnia, las estructuras, la construcción y la edificación