Ansemel voló en los ochenta metros que separan el monumento de la carrera de los Caballos del Vino hasta la entrada a la Basílica Santuario de la Vera Cruz. El caballo de la Peña Artesano se proclamó ayer campeón en este año 2015. Alberto, Nenico, José de Gea -que en la carrera del año pasado sufrió un accidente y estuvo tiempo ingresado en La Arrixaca para recuperarse- y Pedro Carrasco fueron los protagonistas de la jornada, firmando un tiempo junto a su equipo de 7.768 segundos. El caballo, propiedad de la Peña que esta en el Centro Hípico de la ciudad, subió la popular cuesta a una velocidad de 37.08 km/h, quedándose tan solo 0,015 segundos de batir el record de carrera, que consiguiera el año pasado el caballo Hispano de la Peña Caprichoso, que este año quedó en segundo lugar con un tiempo de 8.137. El tercer puesto fue para Panterry (8,198).

Hasta pasadas las siete de la tarde tuvo que esperar la Peña Terry para conocer que volvía a conseguir el primer premio de Enjaezamiento, seguido de Campeón y Universo. Ascendían al primer bloque Zambra y Espartaco y descendía Bavieka y Jeque. Asimismo, ascendían al segundo bloque Rebelde y Almanzor, descendiendo al tercer bloque Púa y Mustafá. La novedad este año de que todos los enjaezamientos debían ser de manto nuevo, hizo crear un cuatro bloque, donde resultaron ganadores Jubiloso y Azahara, descendido del tercer al nuevo cuarto bloque, Gladiador y Campanazo.

Peticiones de los caravaqueños

Por la mañana, a las nueve en punto, se iniciaba en el interior del Templete, donde hoy la patrona de la ciudad bendecirá las aguas del Argos, la misa de aparición oficiada por el titular de la Iglesia de la Concepción, Juan Alfonso Breis; con la presencia del alcalde de la ciudad, Domingo Aranda; el Hermana Mayor de la Cofradía; Elisa Giménez-Girón; la corporación municipal, la junta de cofradía y autoridades militares y festeras, así como Amazonas, Sultanes, Sultanes Infantiles, Reyes e Infantes de Castilla. Una de las novedades de la mañana del día dos fue que, antes de comenzar la misa, la comitiva recogió la bandeja de flores y la llevó hasta el baldaquino caravaqueño. En su homilía se recordó que en esa bandera están depositadas de manera simbólica todas las peticiones que los caravaqueños realizan al Lignum Crucis. Una bandeja de purificadores que este año estuvo confeccionada con peonías, una colorida flor primaveral.

Finalizada la primera parte del desfile, y tras el paso de Moros y Cristianos hacía la Basílica-Santuario, la comitiva de autoridades iniciaba uno de los momentos más emotivos de la mañana. El cortejo se desplazó hasta el convento de San José, que fundara Santa Teresa de Jesús, para recoger por la parte de la Hermana Mayor la bandeja de flores, que la portó hasta el inicio de la primera cuesta del Santuario, pasándosela al Alcalde de la ciudad, Ambos se fundieron en un intenso abrazo en el intercambio. A continuación el alcalde postró la bandeja de flores hasta la sagrada reliquia, para realizar el rito de la bendición del vino y las flores.

El turno de Moros y Cristianos

En el atardecer Caravaqueño fue el turno para los Moros y Cristianos que al son de timbales y arcabucería de Abul Khatar volvían a subir a la Basílica para el primer simulacro de combate, donde el bando moro consiguió acceder al Santuario y tomar la fortaleza. Después se produjo el primer desfile procesión y traslado de la patrona de la ciudad, hasta la Iglesia Mayor de El Salvador, donde pasaría su primera noche en la Ciudad Santa del Noroeste.

Del mismo modo, el alcalde de Caravaca entregó por última vez la bandeja de flores, que lleva las ilusiones y peticiones de toda la ciudad de Caravaca, ante la patrona. Domingo Aranda ha sido encargado de realizar este ritual a lo largo de dieciséis años de mandato como alcalde. En palabras de Aranda, «esta bandeja trae aroma de las monjas Claras, la memoria de Santa Teresa y el recuerdo de aquellas personas que ya no están entre nosotros, que nos han dejado». Asimismo recordó a todas las personas que están trabajando por la sociedad, por los desfavorecidos, por los ancianos y por los discapacitados. «Esta bandeja lleva una petición agua para los campos y trabajo para las personas», expresó Aranda.