Agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional han detenido a cinco personas en Piélagos (Cantabria) y una en Molina de Segura como supuestos autores de un centenar de robos en domicilios y comercios de Murcia, Almería, Cantabria, Asturias, País Vasco, Zamora y Palencia, según informaron ayer ambos cuerpos. Cuatro de los detenidos en la operación ´Calipso-tomate´ son de nacionalidad albanesa y dos son españoles, todos ellos con edades comprendidas entre los 24 y 35 años. La investigación se inició cuando las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado advirtieron la posible existencia de un grupo criminal dedicado a la perpetración de robos con fuerza en domicilios y establecimientos, con ámbito de actuación en todo el territorio nacional.

Para cometer los robos empleaban sistemas de comunicación especializados, potentes inhibidores de frecuencia para inutilizar las alarmas de los establecimientos, así como un sistema hidráulico que había sido sustraído en el Parque de Bomberos de San Pedro del Pinatar. Algunos de sus robos fueron perpetrados incluso con sus moradores en el interior aprovechando las horas de somnolencia y los detenidos se hacían con las llaves de los vehículos para sustraerlos y, posteriormente, utilizarlos en su actividad delictiva.

Previamente instalaban sobre los vehículos unas placas de matrículas falsas o sustraídas, y los ´maquillaban´ en un taller de Molina de Segura, cuyo dueño es uno de los detenidos. La operatividad del grupo desarticulado consistía en actuar durante un plazo de unos quince días en una provincia, desplazándose seguidamente a otra con la finalidad de tratar de eludir y entorpecer la investigación policial. Una vez ubicados en su nuevo destino volvían a desarrollar su actividad durante un tiempo similar, repitiendo nuevamente el traslado a otra provincia. Las detenciones se produjeron tras dos registros, uno en un domicilio de Mortera (Cantabria) y otro en una nave industrial de Molina de Segura, en los que se han intervenido cinco vehículos de alta gama, tres de ellos sustraídos en Murcia y en Almería; gran cantidad de herramientas y útiles como mazas, patas de cabra, radiales, taladros, placas de matrícula, inhibidores de frecuencia y equipos de transmisiones. También fueron intervenidos efectos procedentes de distintos robos, como miles de euros en efectivo, un millar de cajetillas de tabaco sustraídas en estancos y una decena de bicicletas de gran valor económico. La investigación continúa abierta para el total esclarecimiento de los delitos cometidos por el grupo criminal desmantelado.