Las malas relaciones entre la Policía Local de Totana y su equipo de gobierno lejos de mejorar, se tensan aún más a medida que pasan las semanas. El pleno de este viernes fue el escenario elegido por una veintena de policías locales para escenificar, una vez más, este enfrentamiento con una puesta de escena, cuanto menos, llamativa.

Los agentes acudieron a la sesión plenaria ataviados con mascarillas sanitarias, a modo de simbólica mordaza, para protestar por la apertura de más de 55 expedientes informativos a los integrantes de toda la plantilla en las últimas semanas, «llegando en casos particulares a 3 expedientes por agente», según denuncian los afectados.

Esta situación se remonta, según los agentes, a las pasadas navidades, con la aparición de una pancarta en la que la Policía felicitaba a la alcaldesa, la popular Isabel Sánchez, por estas fiestas (con cierta ironía, todo hay que decirlo), una actuación que ha sido considerada como una «grave desconsideración con los superiores€», lo que ha motivado la apertura de los primeros expedientes informativos.

Los siguientes vinieron, a decir de los afectados, «por la publicación en un medio de comunicación de una nota en la cual se advertía a la alcaldesa de la posibilidad de que los servicios se quedaran sin efectivos debido al elevado número de bajas por accidente laboral y enfermedad».

En este caso, añaden, la supuesta infracción la catalogaron de «abandono del servicio». El último de estos expedientes «ha sido motivado por otra publicación sobre un accidente de tráfico», en el que se vio implicada una furgoneta municipal que, según denunciaron, carecía de seguro.

Con su presencia en el pleno, los agentes quisieron transmitir «a la alcaldesa y al resto de su equipo de gobierno que la libertad de expresión no puede ser coartada mediante la amenaza de expedientes disciplinarios no motivados».

El concejal de Personal, David Amorós, confirmó a esta redacción la apertura de estos expedientes informativos a los agentes pero asegura que todos ellos «están motivados» y de ningún modo obedecen a una campaña de persecución contra la Policía.

Amorós asegura que, muy al contrario, es el equipo de gobierno el que está siendo víctima de las continuas medidas de presión que llevan a cabo la Policía en protesta por los recortes que el Ayuntamiento tuvo que acometer por la crisis y que llevaron a la supresión en 2012 de los pluses de nocturnidad y festivos que venían cobrando los agentes, «recortes que también han afectado a otros empleados municipales, pero que sólo ellos no han aceptado». De hecho, «curiosamente, en los últimos años, el número de bajas médicas entre los agentes ha aumentado de forma espectacular», añade Amorós que, sin embargo, dice respetar el trabajo de la Policía.