Militantes del PP de Alcantarilla han mostrado su malestar con la dirección regional del partido por no haber nombrado candidato a cinco meses de las elecciones y haber propiciado así una crisis interna en la que las distintas facciones del partido tratan de colocar a su candidato.

El Partido Popular de la Región de Murcia ha devuelto al PP de Alcantarilla a la casilla de salida de 201, es decir, con un alcalde saliente y tres posibles candidatos. Y es que Lázaro Mellado anunció que no repetiría y nombró delfina a Nuria Guijarro, pero la dirección regional no ratificó a la actual concejala de Hacienda propiciando movimientos internos para acabar con el 'Lazarismo sin Lázaro'. Las facciones disidentes auparon a la exconcejala Mónica García como candidata alternativa.

Con la guerra fría ya declarada en el seno del partido, cobra ahora enteros la figura de un 'pacificador' con la que se podría cerrar la crisis interna sin dar una imagen de división: Bartolomé Romero, quien apoyó al alcalde durante la crisis de 2011 y que ha sido compañero de trabajo de Nuria Guijarro. Se le considera cercano a Mónica García. El antiguo senador ya ha dado los pasos necesarios para ello, y hace escasas fechas dimitió como juez de paz para volver a estar a disposición del partido.

Militantes de todas las facciones muestran abiertamente su malestar con la dirección regional del partido, y señalan, sin nombrarlo, a Pedro Antonio Sánchez como responsable: «Como es habitual, el candidato a la alcaldía de Alcantarilla lo conoceremos faltando muy poco. Me pregunto cuándo en un sistema democrático como el que tenemos en nuestro país, los militantes podremos elegir libre y democráticamente la persona que nos representará», asegura Ginés Ruiz, uno de los militantes del PP más beligerantes contra Lázaro Mellado y la dirección local del partido.

Pero en Murcia se sigue sin mover ficha, y al requerimiento de La Opinión se ha contestado así: «La dirección Regional no hace ningún tipo de declaraciones sobre cuestiones estrictamente internas. Son temas que se resolverán en los órganos locales y regionales cumpliendo con los estatutos».

Pero para desbloquear la elección de candidato, la dirección regional tendrá que encajar una complicada pieza en el puzle: Lázaro Mellado ha sido alcalde de Alcantarilla durante un cuarto de siglo, pero está dispuesto a que la dirección regional imponga a su sucesor, siempre y cuando se le busque un acomodo.

Según muchos militantes de Alcantarilla, Mellado habría exigido un puesto de salida en la candidatura del PP para la Asamblea Regional. Pero cada día que pasa esos puestos están cada vez más caros.