Tras la tormenta, viene la calma y los trabajos de limpieza y reconstrucción. Esa es la tarea que tuvieron encomendada ayer los vecinos -la práctica totalidad ingleses- de la urbanización Camposol de Mazarrón que fue arrasada por la tromba de agua caída la tarde del jueves.

La fuerza del agua se llevó por delante muros, jardines, coches -muchos de los cuales terminaron en las piscinas de los chalets- y todo lo que se encontró en su camino, si bien no hubo que lamentar daños personales. Tampoco el agua, pese a superar el metro y medio de altura, según explicaron los vecinos, entró en ninguna de las viviendas.

Se da la circunstancia de que esta urbanización fue construida sobre un cauce público y sin licencia, según han denunciado en numerosas ocasiones los ecologistas, quienes concretaron que al menos un centenar de casas están afectadas por esta ubicación.

Ayer, el alcalde de Mazarrón, Francisco García, se desplazó al lugar y supervisó las tareas de limpieza y desescombro en la urbanización, en la que participaron efectivos de Protección Civil, Policía Local y Bomberos de la localidad, ayudados por palas excavadoras. La urbanización recuperó el servicio de luz y agua, que se había interrumpido a consecuencia de las lluvias, a lo largo de la mañana.