Más de 250 vecinos de Cehegín salieron ayer a la calle para pedir que la congregación Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl permanezca en la población del Noroeste murciano. La manifestación, encabezada por el alcalde de la ciudad, José Soria, estuvo precedida por una pancarta que rezaba: «Son de aquí y las queremos aquí». También estuvieron presentes varios ediles del Consistorio.

La marcha partió desde la Plaza del Alpargatero hasta la del Mesoncico, donde se encuentra el Hospital de la Real Piedad, que pese a pertenecer al ISSORM y ser regido por un patronato, está custodiado por las siete hermanas de la orden, que aún permanecen en Cehegín. Josefina Abellán, en representación de la plataforma vecinal organizada para pedir la permanencia de las monjas, fue la encargada de leer el manifiesto. «Hace unos meses, a través de la visitadora provincial, llegó la triste noticia que anunciaba la marcha de nuestra localidad de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl de forma inminente para este próximo mes de noviembre», manifestó Abellán. «Es de resaltar la labor que han realizado y realizan actualmente, una labor impagable, ya que atienden a los ancianos más desfavorecidos, personas que por su edad no pueden valerse por sí mismas y que en muchos casos no disponen de recursos económicos y que además se enfrentan a la soledad, a la tristeza y al abandono por parte de sus familias o simplemente no tienen familias», explicó la representante.

El alcalde, José Soria, adelantó que el próximo lunes, día 28, tendrá una reunión con la visitadora provincial de las Hijas de la Caridad y el Patronato del Hospital de la Real Piedad para tratar de alcanzar un acuerdo sobre la permanencia de las religiosas. El edil explicó que es la falta de vocaciones es la razón fundamental que alega la compañía para tomar esta decisión, que parece irrevocable. Aun así, Soria aseguró que se hará todo lo posible para que finalmente las religiosas continúen en Cehegín.

Tras enumerar su contribución con la sociedad ceheginera, Abellán recordó que «estas labores se han visto recompensadas con el nombramiento por parte del Ayuntamiento de varias de ellas como Hijas Adoptivas de Cehegín: Catalina Campos, en 1949; Rosa Picola, en 1953; y Concepción Martín, en el año 2006». También puso de manifiesto que «si finalmente las religiosas abandonan Cehegín, el Hospital de la Real Piedad continuará funcionando».