La exalcalde de Pliego Juan Guillén, imputado en la causa abierta por el Tribunal Superior de Justicia de la Región de Murcia (TSJRM) por los delitos de prevaricación y contra el medio ambiente, declaró ayer que no recuerda si ordenó el cierre de un bar que había sido denunciado por exceso de ruidos.

Las declaraciones de Guillén, en su condición de imputado, sellevaron a cabo ante el instructor de la causa, el magistrado de la Sala de lo Civil y Penal del TSJRM Enrique Quiñonero, indicaron fuentes judiciales. Al que fuera alcalde de Pliego le ha sido exhibido el decreto de abril de 2000 por el que se acordó el cierre del establecimiento, reconociendo en él su firma.

No obstante, ha añadido que al día firmaba numerosos documentos, por lo que no podía recordar si realmente entre ellos se encontraba este decreto de cierre.

En la causa ha declarado ya su sucesora en el cargo, Isabel Toledo, que llegó a la alcaldía en junio de 2003, en la que sigue, y cuya condición de miembro de la Asamblea Regional de Murcia ha hecho que por su aforamiento la causa deba ser instruida por el TSJ. En su comparecencia como imputada, Toledo se declaró inocente y aseguró que si no ejecutó la orden de día fue porque no conocía su existencia.

En la causa han declarado, igualmente como imputados, los propietarios del bar, José Carlos Melero y Francisco Belijar quienes negaron que se produjera ese exceso de ruido, además de recalcar que el mismo, en todo caso, sería por el bullicio de la calle.

La Fiscalía considera que estos dos políticos y los propietarios del local, conocido por 'El Escondite', deben ser condenados por estos hechos. En su apoyo, cuenta con las mediciones sonométricas realizadas en numersosas ocasiones por la policía local, a petición de vecino que denunció el exceso de ruido, y que acreditan que los decibelios superaban las cifras permitidas.