Quince mil euros tendrían la culpa -un 7% de lo que costó el festival SOS 4.8- de que no se celebren la fiesta de las cuadrillas en la pedanía caravaqueña de Barranda, si finalmente se confirma que la Comunidad Autónoma no concederá la subvención para este año, en el que el festejo cumpliría su trigésimo quinta edición.

El popular encuentro, que reúne en torno a 25.000 personas el último domingo de enero, está declarado como Bien de Interés Cultural y catalogado de Interés Turístico Nacional. Los organizadores del encuentro opinan que el festejo supone «un balón de oxígeno para los comercios y establecimientos hoteleros de la zona, y repercute en artesanos, restaurantes, casas rurales, hoteles, tiendas de comestibles y gasolineras, que se verán privados de importantes ventas».

Según Carlos Salcedo, presidente de los aguilanderos, la Comunidad aún adeuda la subvención de años anteriores, una cantidad que podría alcanzar los 20.000 euros, dinero que ha sido sufragado por los propios organizadores, que no quieren que su festejo se vea mermado por los recortes. «Nosotros no entendemos la fiesta de las cuadrillas sin las jornadas de tradición oral y el Barranda Folk», añaden. Lejos queda en el tiempo cuando este popular festejo era paseado por Fitur como buque insignia de las costumbres populares de la Región.

Apoyo del Consistorio

El Consistorio caravaqueño continúa negociando con la Comunidad alguna ayuda para que el festejo no desaparezca. La edil de Cultura, Mari Cruz Pérez, ha presentado una moción para el próximo Pleno instando a la Comunidad Autónoma, a través de la consejería de Cultura, a que continúe con el apoyo económico y promocional que le ha dado a esta fiesta en los últimos años. El Ayuntamiento apoyará el festejo con una subvención contemplada en los presupuestos de 2013.