El ayuntamiento de Orihuela ha amenazado con cerrar en 15 días parte de las instalaciones del vertedero de Proambiente (que están situadas en terrenos alicantinos y murcianos) tras haber descubierto que carecen de licencia, pese a que están abiertas desde hace más de 15 años.

De la báscula de pesaje, el aparcamiento y los accesos, el núcleo zoológico, diversas naves fabriles y almacenes, depósitos de gasóleo y dos vasos colmatados no existe documentación en el ayuntamiento de Orihuela y, lo más grave, tampoco existe una licencia, según señaló ayer el concejal de Urbanismo, Antonio Zapata (PSOE).

La planta, como ya ha publicado este periódico, se encuentra a caballo entre dos municipios: Orihuela y Abanilla y, consecuentemente, depende de dos administraciones: la de Murcia y la valenciana. El empresario Ángel Fenoll, uno de los propietarios de Proambiente, gestiona los residuos gracias a una autorización concedida por la Comunidad Autónoma, pero el ayuntamiento de Orihuela considera que también debe dar cuenta y legalizar todas las instalaciones que, sin duda alguna, están en suelo oriolano.

El asunto no es menor porque prácticamente toda la basura que llega al vertedero, ya bien sea de Murcia o de la parte alicantina, entra por la puerta que hay en La Murada (Orihuela), que es la que el responsable de Urbanismo amenazó ayer con cerrar si no hay papeles que demuestren que es legal.

Zapata aseguró que para saber realmente qué documentos habilitan la legalidad del vertedero se han dirigido al ayuntamiento de Abanilla, el otro municipio que se reparte «a medias» la instalación. Quieren conocer qué expedientes existen al respecto sobre la actividad que se desarrolla y si en alguno de ellos aparecen, precisamente, esas instalaciones registradas que, en realidad, están en suelo de Orihuela. Si esto fuese así, el concejal requeriría al ayuntamiento de Abanilla que desistiera de sus competencias porque no tendría sentido que esas instalaciones del vertedero cumplieran la legalidad que marca una Comunidad cuando en realidad se encuentran situadas en otra vecina. El edil aseguró que, por ahora, no ha obtenido respuesta.

Sin embargo, el ayuntamiento de Orihuela sí que se ha puesto ya manos a la obra y lo primero que ha hecho ha sido saber qué estructuras hay dentro de las instalaciones y ha abierto un expediente en el que se requerirá la documentación a Proambiente para que le dé contestación. En cualquier caso, dijo Zapata, en el caso más que probable que no le dé fehacientemente respuesta de la existencia de documentos que demuestren que todo está en regla, la respuesta será la clausura. El concejal dio un plazo para el cierre de las instalaciones de 15 días, que comenzarán a contar cuando se notifique el expediente.

Lo que está claro es que buena parte del ´motor´ de la planta se encuentra en suelo oriolano, por lo dicho ayer por Zapata. Elementos fundamentales como el pesaje o la separación de la basura están en suelo de Orihuela y no se pueden habilitar en el de Abanilla de un día para otro.

Por otro lado, el Consistorio oriolano ha reclamado al juez que paralice los cultivos que se están realizando en fincas cercanas al vertedero donde supuestamente hay enterradas toneladas de basuras.

«No sabemos nada»

El letrado Isidro Hernández, que lleva los asuntos de Proambiente, se mostró sorprendido por el anuncio. «No sabemos nada ni nos han comunicado nada. Cuando sepamos de qué están hablando, ya contestaremos», aseguró.